Nacidas para representar a las mujeres en un mundo dominado por dioses masculinos, las superheroínas han estado sometidas a la voluntad de los hombres. No hay más. Los personajes femeninos de los cómics de superhéroes fueron creados por hombres para un público compuesto por sus congéneres. Negarlo sería mentir. A pesar de esto, hay algunos personajes que fueron clave para la evolución del mito de las superheroínas a lo largo de los años y ayudaron a convertir al cómic en una poderosa herramienta narrativa. Cada una de ellas es la mejor representante de su época. Conócelas a continuación.
Jenny Sparks
Jenny Sparks es ‘el espíritu del siglo XX’ literalmente. En la mitología creada por el guionista Warren Ellis, el primer minuto de cada nuevo siglo nace un humano que será la encarnación física de ese centenario, que morirá en el último. Tal como el siglo pasado, Jenny es violenta, cínica, inteligente, independiente, y (súper) poderosa. Además es una líder indiscutible que durante toda su vida influyó en el pensamiento de los personajes históricos que le dieron forma.
Sparks, junto con su equipo The Autority, representó la postmodernidad del género superheróico. Son bebedores, fumadores y asesinos como Wolverine. De nueva cuenta los personajes de cómics estaban a la altura de las exigencias de la época.
Y es que Jenny Sparks no solo les dio lo que pedían, sino mucho más, dado que no es un personaje vacuo. Siempre está en control de sí misma y de la situación, incluso cuando se acerca el momento de su muerte (el cambio de siglo). Es una ejecutora con una misión (salvar el mundo) y pasará incluso sobre quienes debe proteger y de sí misma, para lograrlo. Es la antítesis de la superheroína convencional de la industria (ni siquiera usa leotardo).
No entiendo cómo es que Jenny Sparks no se ha convertido en bandera de ningún movimiento todavía.
Promethea
A primera vista Promethea puede parecer la imitación de la Mujer Maravilla pero no es así. Más allá del origen mágico, no hay nada que las una realmente. Sus intenciones son completamente diferentes. Este personaje es uno de los proyectos más personales del maestro de los cómics Alan Moore. En ella vertió su verborrea literaria y el conocimiento esotérico que forma parte de sus creencias religiosas.
El cómic Promethea cuenta la historia de Sophie Bangs, una estudiante que investiga a una deidad y termina convirtiéndose en ella (como el niño Billy Batson que se transforma en el Capitán Marvel cuando grita “Shazam”). La protagonista es poesía y su existencia es una muestra del nivel artístico que puede alcanzar el medio visual y narrativamente. Las historias fantásticas de Promethea pueden leerse en muchos niveles, con centenares de referencias. Lo más interesante es que explora el pensamiento mágico a través de ideas concretas. Es un pretexto para explicar las cosas que no son lógicas para nuestros ojos, pero si para nuestro corazón y de allí su importancia.
She-Hulk
Muchas personas dirán que la Mujer Hulk no merece estar en una lista sobre heroínas más importantes en la historia de los cómics, pero hay muchos elementos para pensar lo contrario. Fue el último personaje que Stan Lee creó para Marvel Comics y no es el más original. Nació para atraer al público femenino a los cómics de Hulk, que gozaba de gran popularidad por la serie de televisión de finales de los setenta pero con el paso del tiempo adquirió su propia esencia.
Jennifer Walters es prima de Bruce Banner (Hulk), quien le dona de su sangre radiactiva para salvarle la vida pero termina dándole un poco de sus poderes y la convierte en She-Hulk. Como Jennifer, es una pequeña y tímida abogada; como She-Hulk, es grande, fuerte, sexy y extrovertida. Incluso ninfómana. La existencia de She-Hulk obedece a la necesidad de representación de una generación completamente nueva de mujeres (en relación a sus predecesoras) que no estaban dispuesta a tener un “no” por respuesta sin importar cuál fuera la pregunta.
Con respecto a la narrativa de sus historias fue un parteaguas en el medio. La forma en la que rompía la cuarta pared para hablar con el público y el uso de humor ochentero son hasta la fecha sublimes.
Ms. Marvel
Inspirada por la Capitana Marvel, Kamala Khan decide convertirse en Ms. Marvel cuando adquiere sus extraños superpoderes: puede estirarse como una liga y cambiar las dimensiones de su cuerpo. Ella es una adolescente millennial, musulmana creciendo en un Estados Unidos post 9-11 bastante racista. Es una heroína para esta época, divertida, leal, con un gran sentido de la responsabilidad y dispuesta a terminar con la injusticia social, más que con el villano mensual.
Kamala recuerda al Peter Parker primigenio que aprendía a ser Spider-Man, solo que ella tiene una conciencia social más elevada y menos sentido de culpa. Lo mejor es que Ms. Marvel fue creada por mujeres. Sus historias conectan conectaron inmediatamente con el público por ser honestas, algo muy pocas visto en los cómics mainstream. En este sentido, la mayor hazaña de Ms. Marvel radica en haber creado un nuevo público lector de cómics. Esperemos que permanezcan.