10 noviembre, 2025

Descansando en la justicia de Dios

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Por Graciela Edith Coronel Barrios

Presidenta de Comercio Alternativo para una Vida Digna A.C. (CAPUVD)

El tema de la justicia en México y en el mundo pareciera estar cada vez más alejado de la realidad que todos esperaríamos, cada día se realizan actos violentos que suman a la impunidad ante nuestros ojos, en este plano terrenal, pero que quedan en el registro de Quien vela por nosotros y juzgará todas las cosas. 

Podríamos mencionar, estimado lector, un sinfín de suposiciones que están generando estos hechos en México y en el mundo, analizando desde quien ejerce la maldad, quien recibe el daño y hasta quien debería juzgarlo y castigarlo. Y haciendo un paréntesis, esto me recuerda al Proverbio 21:2: “Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los corazones”, ¿por qué? porque este análisis solo nos llevaría a caer en un juicio en nuestro corazón contra todo y todos, provocándonos frustración, enojo, dolor, falta de perdón, tristeza, quizás hasta odio y sed de venganza en nosotros, pero no obtendríamos “la justicia” que esperamos, simplemente porque no está en nuestras manos (ni debemos hacerla) y aun cuando los tribunales y juzgados pudieran intentarlo, sin Dios es imposible hacer justicia de forma completa, ya que, Él es quién dicta lo que está bien o mal, y la única respuesta posible se encuentra en su Ley.

En un mundo que parece injusto, existe un único Camino para hacer el bien. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” San Juan‬ 

Justicia Humana 

Sí, humanamente, lo lógico es no hacer el bien a quiénes nos hacen mal, pero la Palabra de Dios nos enseña lo siguiente, en Lucas 6:33: “Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.” La justicia real es hacer el bien incluso a los que nos hacen mal. En esto existe una gran diferencia entre el mundo y la Ley del Padre.

La justicia que se hace en el mundo es muy diferente a la que Dios nos concede, hay justicia que Dios ejecuta cada día por nosotros que ni siquiera nos enteramos. Si miramos a nuestro alrededor, podemos pensar que en realidad el mundo es muy injusto, efectivamente puede llegar a serlo, algunos prefieren echar la culpa a Dios de esto y seguir actuando mal, entonces sus acciones contradicen lo que exigen.

Sufrir por justicia

La justicia de Dios lleva sufrimientos en esta tierra. Señala la Biblia en 1 Pedro 3:14 “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,”. Si el resultado de la ley del mundo es el pecado, nosotros debemos ser revolución y en tanto, se hará justicia, dice la Palabra que quien sigue la justicia, hallará justicia. Requiere de mucho esfuerzo y valor, el cual es concedido por Dios. Sufrir en su causa es parte fundamental de su obra.  “… Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”. Hechos 14:22 

Tanto Jesús como sus discípulos sufrieron a causa de la justicia. Esta es una demostración de amor y pasión hacia el Padre. No debemos temer ante el mundo, recordemos que Jesús vino a librarnos de él.  “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” 1 Juan

Pagar por justicia, ¿es necesario, oportuno y suficiente?

Aunque la Palabra del Señor nos dice en Romanos 12:19 “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”, aún hay personas que se dejan dominar por su sentir, que buscan hacer justicia por su propia mano, incongruentemente y a veces inconscientemente, haciendo uso de la maldad también. Algunos lo ejecutan personalmente y otros buscan quien lo haga,y esto es tan importante y a su vez tan difícil de entender al estar acostumbrados a pagar por todo lo que necesitamos, pero cuando algo no se puede alcanzar o lograr pagando, es cuando la autosuficiencia del hombre se ve intrascendente (como siempre lo ha sido), cuando esto pasa es cuando finalmente el hombre pudiera rendirse y pedir ayuda a su alrededor (también será insuficiente); entonces, ¿finalmente considerará a Dios en su necesidad? Esperemos que sí, si lo hiciera en algún punto de su vida, este hombre entendería lo siguiente: “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,” Romanos 3:24

Estimado lector, desafortunadamente la maldad va en aumento, escrito está y lo vamos viendo, creo que es tiempo de aprender a depender más de Dios, de su cuidado, de su justicia, y descansar en Él en lo que hará sobre todo esto, de algo puedes tener seguridad y es que el Señor no puede ser burlado y en Su mano no hay impunidad, Él pagará a cada uno conforme a sus obras. 

Dice la Palabra que por la multiplicación de la maldad, el amor de muchos se enfriaría, hoy quiero invitarte a que no permitas que tu amor se enfríe por lo que ves o no ves pasar, no permitas que tu corazón se endurezca a causa de la injusticia que pudieras estar viviendo; por ello te animo a que entregues tu corazón al Señor para que sea limpiado de todo sentir que te consume, ¿te animas? Entonces háblale a Dios con esta oración: Padre mío, en este día quiero poner delante de ti todo mi sentir de injusticia respecto a las situaciones que estoy viviendo, todo mi enojo y frustración en contra de las autoridades, de las personas que me han dañado, Dios ayúdame a perdonar, a sanar mi dolor y a esperar en tu justicia, confieso que todo esto me ha apartado de ti y te pido perdón por ello, reconozco que necesito de ti y anhelo esa paz, esa justicia, esa vida que solamente Tú a través de tu hijo Jesús me puedes dar, por eso hoy lorecibo en mi corazón como mi Señor y mi único, verdadero y suficiente Salvador, en el nombre de Jesús, Amén!

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18:7-8.

Bajo la sombra del omnipotente.

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