23 noviembre, 2024

El Quehacer Político a través de la opinión///Dr. Alberto del Arco Ortiz///Reflexiones sobre la calidad educativa

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Por Dr. Alberto del Arco Ortiz

Doctor en Alta Dirección Consultor, conferencista y académico


A nivel mundial, desde hace más de 30 años y de la mano de los procesos de globalización económica, se ha venido conformando y consolidando un modelo educativo a nivel superior, basado en los requerimientos del mercado y de las nuevas sociedades, mismas que se formaron bajo la lógica económica neoliberal. En este modelo predominan los esquemas de competitividad basados en dos características centrales: la calidad y la evaluación.
De acuerdo con Hernández (2006), durante los 90´s y como resultado de la intensa presión de organismos internacionales que van desde la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Comisión de Estudios para América Latina (CEPAL), Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por supuesto el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se promovieron cambios en los modelos de educación superior a nivel mundial.
 
Dichos cambios se centraron en promover la reducción presupuestal a la educación pública para dar paso a la conformación de nuevas estructuras financieras, promoviendo de forma dinámica la educación privada a partir de nuevos esquemas basados en la calidad educativa, la evaluación y la promoción de procesos de certificación y acreditación sobre estándares internacionales.
 
Tal vez uno de los elementos mas importantes de la estructura, fueron los procesos de acreditación y certificación, que se convirtieron en los elementos clave para garantizar la calidad, tanto a nivel institucional como individual, contemplando elementos estructurales, físicos, de contacto con la comunidad y de desarrollo profesional.
 
La certificación es un proceso por el cual un tercero (entidad certificadora) evalúa o comprueba las competencias que tiene una persona física o moral en la realización de sus actividades, en este proceso la entidad certificadora, somete a juicio las actividades de una empresa o conocimientos de una persona para emitir procesos de producción, sistemas de gestión o conocimientos avalados por una norma, dando como resultado la actividad o el conocimiento certificado.
 
Por otro lado la acreditación es un proceso por el cual una organización que realiza actividades de evaluación, somete dichas actividades a una inspección por parte de una entidad externa (entidad de acreditación). Con la acreditación se comprueba el cumplimiento y conformidad de dichas actividades de evaluación, respecto a una norma establecida, en el proceso la entidad de acreditación somete a juicio las actividades de evaluación de una empresa para emitir evaluaciones avaladas y reconocimiento de sus competencias técnicas para emitir dichas evaluaciones, dando como resultado las evaluaciones acreditadas.
 
La diferencia mas importante entre la acreditación y la certificación es que las acreditaciones regularmente tienen carácter obligatorio y las emite una autoridad, mientras que las certificaciones suelen ser voluntarias y tienen un valor mas de mercado o promocional e impactan directamente en la calidad y prestigio de la institución.
 
Como lo señala Hernández (2006) en materia de educación superior, las instituciones acreditadoras son la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) para el caso de universidades públicas y la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), también figura el Consejo Nacional para la Ciencia, Humanidades y Tecnologia (CONAHCyT) y los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) y los Comités Mexicanos para la Práctica Internacional de las Profesiones (COMPI) que se relacionan directamente con los diferentes colegios de profesionístas.
 
Completan la estructura el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL) que se encarga de someter a los estudiantes a procesos de evaluación tanto al ingreso como al egreso de algún programa educativo y finalmente el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) que desarrolla un proceso mediante el cual se recogen y se analizan las evidencias generadas por una persona en relación a lo establecido en un estándar de competencias, directamente relacionadas con una actividad productiva.
 
No podemos dejar de mencionar los casos de instituciones educativas que deciden certificarse con institutos extranjeros, aunque se dan en menor medida, (debido a su alto costo) tienen una presencia importante en el país y también deben ser considerados, sobre todo en el caso de instituciones tan importantes como ISO.
 
Todo este andamiaje se desarrollo con el objeto de garantizar la calidad de la educación en los centros educativos, en este caso a nivel superior, en donde inicialmente se establecía, de acuerdo con Hernández (2006) una fórmula en la cual todo partía de la institución educativa como grán generadora de conocimiento y de esta forma influír, en la sociedad, esta fórmula se ve afectada bajo este nuevo modelo, que pone a la sociedad como detonador del conocimiento, a partir de sus propias necesidades, mismo que debe ser captado y gestionado por la institución de educación superior.
 
Se reconoce que en una sociedad de la información que busca el conocimeiento han surgido nuevas forma de acceder a este, sin necesariamente pasar por las aulas de una institución formal, así que ahora el reto para ellas radica en la forma en la que sus procesos formativos generen profesionístas que se adapten mejor a una realidad diferente y sean capces de gestionar el conocimiento en una sociedad cambiante y compleja.
 
Lo que también se puede agregar a estas reflexiones es el hecho de que el cambio que originó el surgimiento de este nuevo modelo, esta ahora, (a mas de 30 años de su inicio) en tela de juicio, el mundo ha entrado en un proceso que muchos llaman de “desglobalización”, se están dejando de lado los estñándares internacionales y los enfoques se vuelven intrínsecos, se revaloran los aspectos locales sobre los globales y se pierde en una buena medida la “estandarización” que fue el elemento central del periodo globalizador, al menos en materia de calidad.
 
En este sentido valdrá la pena intensificar el análisis sobre el modelo actual y predecir la forma en la que puede cambiar o ajustarse, de acuerdo con las nuevas concepciones del mundo y la nueva cosmogonia que se está generando, de la mano de los cambios macroeconómicos que dominan el escenario mundial, es muy probable que regresen los esquemas de inversión pública y menor protagonismo de las instituciones privadas, sin embargo, el crecimiento de la demanda es un factor que puede incidir decisivamente en la fórmula.
 
Al final del día y en el balance, no podemos dejar de considerar el hecho de que las mismas certificaciones (tal vez no tanto las acreditaciones) tarde o temprano, estarán en el escrutinio público, sobre todo por el hecho de se ha generado una exclusión de las instituciones que por diferentes casos no han logrado integrar sus respectivos sistemas de gestión de la calidad educativa, ¿usted que opina?

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