El Quehacer Político a través de la Expresión libre una mirada al complejo social///Mtra Julia Herrera Aristeo

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Por Mtro Julia Herrera Aristeo

Analista

A escasos dos meses y un día de que se lleve a cabo la elección más grande de los últimos tiempos en México, se vislumbra una ciudadanía politizada; en la escuela, en el trabajo, con la familia y en las reuniones de toda índole el tema en boga es referente a las próximas elecciones;conversaciones que en ocasiones escalan a acaloradas discusiones en el día a día, incluso entre desconocidos a través de las redes sociales.

Los medios de comunicación tradicionales y digitales han sido fundamentales para dar a conocer las circunstancias en que los partidos políticos se organizaron con sus respectivos aliados, y luego llevaron a cabo la elección de sus candidatos.

A través de encuestas en el caso del partido oficial MORENA, PT y PV; mediante consensos en el caso de Fuerza y Corazón por México (PRI, PAN Y PRD), y de designación, como fue el caso del partido MC.

Luego, si la elección de las y el presidenciable despertó revuelo y fue motivo de reflexión y cuestionamiento por parte de los ciudadanos, no menos perturbador e inexplicable resultó conocer que ciertos personajes controversiales y con sendos señalamientos de corrupción o ineptitud o ambos, ostentan candidaturas para gobernadores, alcaldes y desde luego, diputados y senadores plurinominales, y otros tantos de elección popular.

Es así que durante el trayecto al 2 de junio de 2024, los ciudadanos hemos sido saturados mediáticamente de las imputaciones que entre los contendientes se han realizado, serie de ataques que trascienden a la ciudadanía, pues gran parte, en su entorno y redes sociales hace la defensa de quien considera su mejor opción.

Es indiscutible que en la contienda, además de los partidos políticos, se hace evidente la franca participación de otros poderes fácticos, como es el caso del sector empresarial lidereado por Claudio Xavier González Guajardo y a través de sus diversas organizaciones civiles, quienes en unión con la oposición política (Fuerza y Corazón por México) y demás detractores del gobierno actual, se han sumado para descalificar al gobierno actual y a sus candidatos.

Es lamentable y hasta cierto punto desesperanzador que como constante, los señalamientos mutuos sean de corrupción.

Como ya lo mencioné, en esta contienda no solo tiene una participación activa las fuerzas políticas, sino también los medios de comunicación, que en ocasiones, violentando los derechos  de las audiencias, a través de sus comunicadores se unen a la propagación de información falsa y engañosa, que en plena campaña electoral en nada contribuye a una elección razonada y libre por parte de los ciudadanos.

Sobre este punto, es innegable que nuestro país no es un modelo de seguridad, sin embargo, la exposición de ello no puede exaltarse a tal grado que pueda generar pánico en los ciudadanos y sugiera, cuando menos visualmente, el empleo de armas; mayormente cuando el reportaje se realiza en el contexto de desavenencias entre el concesionario de tal medio de comunicación (TV AZTECA) y el gobierno en turno.

Por ello es fundamental que no nos limitemos a recibir la información que proporcionan los medios de comunicación tal cual, cuestionémosla; tenemos un tiempo considerable previo a la elección para informarnos objetivamente; por sí mismos forjemos un criterio a fin de no ser usados y cegados por odio, ignorancia, miedo o manipulación.

Es indignante y lamentable que los propios candidatos pretendan llegar a nuestro convencimiento mediante campañas basadas en hipócritas acercamientos hacia miembros de grupos vulnerables (niños, ancianos, mujeres, indígenas etc.); escenas ridículas donde se les observa consumiendo alimentos que a todas luces están diametralmente fuera de su dieta cotidiana y en sitios que solo visitan por la necesidad de promocionarse; también, mediante el uso de blusas tradicionales, huipiles y guayaberas que solo portan como atuendo de campaña; y lo más absurdo, el uso de tenis fosforescentes. Peor más aún, la pretensión de que por ser una personalidad carismática o famosa o con aspecto atractivo sea suficiente para captar el voto. 

Nuestra posición como electorado bajo ningún concepto es de inferioridad frente a los contendientes, al contrario, nuestra participación es clave y fundamental, todo el proceso electoral tiene como fin ese ejercicio de nuestro derecho al voto libre y secreto, somos nosotros  quienes finalmente, a través de nuestro sufragio  elegiremos a quienes tomarán el mando del país.

Es claro que hasta hoy se sigue subestimado la capacidad de discernimiento del electorado por parte de quienes pretenden obtener el voto, pero desafortunadamente esto se ha ganado a pulso, pues en su momento los electores han colocado en cargos de elección popular a personajes que finalmente solo destacaron por su total ineptitud y corrupción, pues su único mérito para ser elegibles fue ser famosos, guapos o carismáticos. 

Votemos por propuestas, proyectos viables, por quienes han dado resultados verificables, existen infinidad de sitios con información neutral en donde podemos indagar las condiciones reales en que se encuentra nuestro país  y su posición a nivel mundial; la información es tan basta  que hasta estamos en posibilidad de constatar la visión que el mundo tiene de nuestro México. 

Basta de solo quejarse, este 02 de junio tenemos una gran oportunidad de determinar el rumbo de nuestro país a través de designar a quienes queremos que tomen el poder político de México.

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