El Cártel Inmobiliario en la CDMX es un eufemismo, sostiene Felipe de Jesús Gutiérrez
El Cártel Inmobiliario en la CDMX es un eufemismo, sostiene Felipe de Jesús Gutiérrez
Por Redacción QP
El Cártel Inmobiliario en la CDMX es un eufemismo, sostiene Felipe de Jesús Gutiérrez
Por Redacción QP
El Cártel Inmobiliario que opera en la Ciudad de México no existe, sino que se trata de un eufemismo aplicado por los medios de comunicación, afirmó Felipe de Jesús Gutiérrez, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).
Durante su comparecencia ante la Comisión de Desarrollo Urbano y Vivienda en el Congreso de la CDMX, el funcionario fue específico al decir que el cártel inmobiliario no tiene una clara identificación.
“Hay desarrolladores, y constructores, hay un mundo importante de pequeñas constructoras que simplemente entraron en una fase de alta demanda en la ciudad y que muchos de ellos cometieron alguna irregularidad, pero no podemos generalizar”, dijo el funcionario.
Señaló también que la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) cuenta con denuncias puntuales sobre los sitios donde se rebasa el uso de suelo en construcciones, y durante su administración no se cometieron actos de corrupción.
El Big Data publicó un reportaje sobre los funcionarios y legisladores que le abrieron el paso a las constructoras para erigir de forma desproporcionada edificios en la ciudad.
Hay personajes ligados al Gobierno de la Ciudad de México, que al mismo tiempo participaban con empresarios y constructores que se volvieron parte de la cotidianeidad de los vecinos que denunciaban obras irregulares.
-Rostros del Cártel-
Una de ellas es Yasmín Esquivel Mossa, Magistrada Presidente del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México y esposa del empresario José María Riobóo.
Otro de ellos es Simón Neumann, quien fundó las empresas Besi, Baita, Dekah, entre otras que se encargaron de la construcción de megadesarrollos en la ciudad, Neumann fue titular de la Seduvi y se le atribuye el diseño de la norma de transferencia de potencialidades, además uno de sus socios era el ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, pues de 1995 al 2003 era el apoderado legal de Baita.
A ellos se le suma Alejandro Rafael Nyssen, quien fue director de regulación ambiental en la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) de 2007 a 2010.
Durante este tiempo aprovechó su función para aprobar la construcción de la Torre Mitikah en el pueblo de Xoco, Miguel Hidalgo.
Asimismo, vecinos los acusaron de autorizar el estudio de impacto ambiental de Ciudad Progresiva, con el que se construye Torre Mitikah; el estudio lo elaboró la consultoría Sistemas Integrales de Gestión Ambiental (Sigea) propiedad de Nyssen Ocaranza.
También se le atribuye otros estudios ambientales que causaron polémica como los permisos para la construcción de la Supervía.
Así como Fausto Galván, quien fuera coordinador general de Gestón para el Crecimiento y Desarrollo de la Ciudad en la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) fue socio de Simón Neumann y compañero de Miguel Ángel Mancera durante su paso en la empresa BAITA.
-Los cómplices-
El grupo de empresarios no trabaja solo, con ellos hay cuatro partícipes que les permiten manejar la ley a su antojo, juntos forman un puño invencible.
Para Ricardo Pascoe, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) el grupo inmobiliario trabaja con el apoyo de todos los órganos de Gobierno, aunque hay grupos vecinales que protestan y se organizan, muy pocos han logrado frenar obras irregulares que rebasan el número de niveles permitidos por la ley.
De acuerdo con el especialista, la Asamblea Legislativa (ALDF) se encargó de emitir leyes y conceder autorizaciones para cambiar usos de suelo, los jefes de Gobierno toleraron la explotación de la tierra por razones que jamás explicaron.
Los jefes delegacionales se beneficiaron de las viviendas populares al usarlas como un “gancho” y una condicional para recibir apoyos de las clases populares, mientras que los Tribunales se han encargado de torear u desgastar a vecinos inconformes.
Las leyes aprobadas por los legisladores desde la ALDF se vuelven contradictorias e inoperantes, las cuales son usadas para justificar y no discutir los planes de desarrollo urbano a la hora de autorizar un desarrollo.
Con Información de Alfredo Paez