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Tropiezos en Fonacot
Por Israel Mendoza Pérez
Mantener en la cartera de Fonacot a su director, Alberto Ortiz Bolaños, le ha resultado caro a la secretaria del Trabajo (StyPS), Luisa María Alcalde, los tropiezos del funcionario y ahora provocar que Adalberto Palma, titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, volteé a ver la nueva pifia cometida es por demás darle juego a un integrante disfuncional en la era de la transformación.
Después de varios días de bajar el perfil y asomarse poco en eventos públicos, ayer por fin volvió a reaparecer Ortiz Bolaños en un evento de en el que Fonacot se integra al Simulador de Créditos Personales y de Nómina en el sitio web de la Condusef. Y es que debe de retomar el camino y concretar que pare este año, la meta de crecer en un 10%; sin embargo, todo indica que sus propias fallas lo alejan de lograr el objetivo.
Su serie de tropiezos son memorables en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que en diciembre de 2018 fue nombrado por la secretaria del Trabajo (StyPS), Luisa María Alcalde, a pesar de que no contaba con los cinco años de experiencia que le requería la ley.
A partir de ese momento, la falta de conocimiento le cobraría altas facturas, tanto a él, como al mismo Fonacot, y si no me cree basta con revisar el Informe realizado por el Comité de Auditoría, en el cual se habrían evidenciado los malos manejos llevados a cabo durante el primer año de esta gestión.
De acuerdo con personas cercanas a la StyPS y quienes han visto de cerca los traspiés de Ortiz Bolaños señalan que se encontraron fallas en el sistema de seguridad informática, las cuales habrían culminado en la pérdida de más de 53 millones de pesos, luego de que el Instituto permaneciera paralizado a nivel nacional a finales de 2019.
Pero eso no es todo, ya que Ortiz Bolaños y su equipo más cercano, entre ellos, Roberto Barrera, director General Adjunto de Crédito y Finanzas, habrían quebrantado las leyes y reglamentos vigentes con la aprobación del Fondo de Protección de Pagos, con el cual se dice respaldar a los trabajadores acreditados en caso de desempleo, invalidez o fallecimiento.
A esta irregularidad se suma la forma en que ha sido operado dicho Fondo, pues existen analistas que aseguran que ha funcionado como Sociedad Mutualista a pesar de que no está autorizado para ello.
Mientras tanto, el funcionario no ha podido aclarar estas sospechas, ni si quiera, frente al Consejo Directivo del Instituto, por lo que se espera que Alcalde Luján lo sustituya en breve por alguien con mayor conocimiento de las funciones a su cargo.
Eso sin olvidar que “al margen de la ley, nada; por encima de la ley nadie”. Pero en este caso ya se habrían violentado la Ley de Seguros y Fianzas, así como los reglamentos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al mando de Adalberto Palma. Y ese es otro flanco que abre Ortiz en su desesperado paso por Fonacot.