24 noviembre, 2024

Voces del Periodista Desde Filomeno Mata 8///Mouris Salloum George///No queremos armamento: Queremos desarrollo

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No queremos armamento: Queremos desarrollo
Por Mouris Salloum George
Director General del Club de Periodistas de México AC

No queremos armamento: Queremos desarrollo

Por Mouris Salloum George
Director General del Club de Periodistas de México AC

En estricto rigor, la película empezó a filmarse en 1885 cuando la Casa Blanca planteó la iniciativa de un acuerdo aduanal de alcance hemisférico. Se inspiró en El destino manifiesto.

Hacia los ochenta del siglo XX, en Washington se dijo: Desde Alaska hasta La Patagonia.

A unos meses de despachar en el Salón Oval, Bill Clinton -cuando ya se conocían Los documentos de Santa Fe y El consenso de Washington– entró a la biblioteca presidencial para desempolvar el proyecto de un siglo antes.

Le rebautizó en 1994, en la hospitalaria Miami, y lo puso Área Comercial de las Américas (ALCA). México se ancló en el trilateral Tratado de Libre Comercio.

Plan Puebla Panamá: Móviles e implicaciones

Hacia finales de esa década, bajo los auspicios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Secretaría de Hacienda se lanzó el estudio El Sur también existe.

Los autores fueron Georgina Kessel, años después secretaria de Energía de Felipe Calderón; Santiago Levy, quien fungió como director general del IMSS, y Enrique Ávila.

En el núcleo de esa proposición estuvo el potencial energético del sureste. Su instrumentación tendría una herramienta: La liquidación el régimen comunal de propiedad de la tierra. Esto es, dar al traste con la propiedad social, titulada a las comunidades indígenas.

Ese estudio se asoció con el Plan Puebla Panamá (PPP). El zafio Vicente Fox, para quedar bien con George W. Bush, le propuso un plus: Extenderlo hasta Venezuela.

El gato escondido en las Reformas Energéticas

Sedimentos del PPP aparecieron en las exposiciones de motivos de la primera Reforma Energética de Calderón y de la contrarreforma petrolera de Enrique Peña Nieto, quien después incorporó sus fines a las Zonas Económica Especiales (ZEE).

A propósito de Fox-Calderón, ambos le cedieron la firma presidencial a Bush en la Iniciativa Mérida, trasunto del Plan Colombia. No hay trasgresión en esta cita.

Cambio de rieles: Hacia el Desarrollo Regional

El presidente Andrés Manuel López Obrador, al anunciar su Plan Nacional de Desarrollo (PND), aseguró que será el primero de la era posneoliberal.

El texto del PDN ya está en posesión del Congreso de la Unión. La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados propondrá para junio a un periodo extraordinario de sesiones a fin de que, al través de foros de consulta, recoger propuesta a fin de hacer adiciones a la iniciativa presidencial.

Da pie a esta entrega la reciente declaración del Presidente, en el sentido de que se dejará de lado la Iniciativa Mérida para concertar con los Estados Unidos un acuerdo que permita reorientar los subsidios a Seguridad Pública hacia el Desarrollo Regional.

Como el Plan Colombia, la Iniciativa Mérida, en vez de acabar con los cárteles del crimen organizado, ha exacerbado la barbarie criminal.

La propuesta de López Obrador es aplicar esos activos a un Plan de Desarrollo Regional para combatir la pobreza y contener los desbordados ríos de migrantes centroamericanos que huyen de lamiseria y el hambre.

No son gratuitos los temores de los indígenas

Esa alternativa es congruente con el diseño de nuevas políticas públicas para incorporar al desarrollo nacional a las economía indígena y campesina del sureste, colgadas de los alfileres de los programas asistencialistas. Esto es, incorporar el potencial productivo de la región al relanzamiento de la economía nacional.

Si el nuevo PND ha de ser el primero de la era posneoliberal, nomás recordamos que, en la mentalidad de potenciales inversionistas en los planes del sureste, sobre todo los extranjeros, está la manzana de la discordia: Liquidar el régimen de tenencia comunal de la tierra. Mantenerse alertas.

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