La organización indígena, sin embargo, consideró que el proyecto que plantea instalarse en comunidades de Morelos, Puebla y Tlaxcala, “destruye y despoja a pueblos originarios, ejidos y comunidades”. Los pueblos se pronunciaron contra la consulta anunciada para el próximo 23 y 24 de febrero, la cual contempla preguntar a 24 municipios de Tlaxcala y Puebla, así como a 33 municipios de Morelos, si están de acuerdo o no en el funcionamiento de la termoeléctrica de Huexca, en Yecapixtla, Morelos.
Dijeron que el mandatario nacional se aprovecha como lo hizo durante la consulta para el Nuevo Aeropuerto Internacional en Texcoco. “[El Presidente se aprovecha] ventajosamente el tener a los medios y a una numerosa población desinformada a su favor, ya hizo pública su postura a favor del proyecto de despojo, pretendiendo que, una vez más, como ocurrió con la consulta para trasladar el Aeropuerto de Texcoco a Santa Lucía, o con la del Tren Maya, la decisión ya tomada por él reciba la “aprobación del pueblo”.
Integrantes de los pueblos indígenas clausuraron simbólicamente hoy la termoeléctrica que se localiza en el poblado de Huexca, Morelos, por considerarla un riesgo para la población. “Si no la quiere cancelar, nosotros sí lo hacemos”, aseguraron. Afirmaron que decidieron realizar dicha acción debido a que la termoeléctrica contaminará los campos de cultivo y el agua potable. Dijeron que decidieron realizar dicha acción debido a que la termoeléctrica contaminará los campos de cultivo y el agua potable.
López Obrador, hoy, en Morelos. Imagen tomada de transmisión en vivo
“Yo no soy corrupto ni autoritario, vengo aquí a exponer lo que se decidió sobre la termoeléctrica. ¿No queremos al democracia, o nada más es discurso, demagogia?”, dijo el mandatario en su visita por Morelos. Recalcó que como ya se hizo la planta y que cuesta 25 mil millones de pesos, lo que se hará es una consulta. Que habló con los técnicos sobre las problemáticas de si se agotaría el agua y si se contaminaría la Blanca Jiménez, especialista de Conagua le afirmó que no se contaminará el agua.
“Claro que se pierde mucha agua, pero el proyecto que se tiene es limpiar el agua tratada para poderla reutilizar en la agricultura. Eso me dijeron luego de tres reuniones que llevo sobre este tema”, señaló.
“Ya lo hicimos con el aeropuerto, lo mismo aplica en Morelos con la termoeléctrica, no puede haber dos varas para medir. Aunque allá gritos el pueblo va a decidir”, aseguró el Presidente. Dijo que entiende que existen ambientalistas, pero también intereses creados. ¿Saben ustedes que la CFE tiene que comprar la mitad de la energía que usa”. Afirmó que si no se construye la termoeléctrica, México tendría que seguir comprando energía eléctrica a empresas extranjeras.
Clausura simbólica, hoy. Image de un video de Pie de Página
El Concejo Indígena y el Congreso Nacional Indígena calificaron de ser “receta racista y clasista” porque no toma en cuenta los modos y formas propias de toma de decisiones de los pueblos indígenas, campesinos y organizaciones populares; señalaron que prefiere despreciarles para “poder arrebatar lo que es de ellos” y entregarlo a empresas como Elecnor, Abengoa, Bonatti y Enagas.
“Es racista y clasista porque no toma en cuenta los modos y formas propias de toma de decisiones de los pueblos indígenas, campesinos y organizaciones populares. prefiere despreciarles para poder arrebatar lo que es de ellos, en este caso entregarlo a las empresas Elecnor, Abengoa, Bonatti y Enagas”, dijo el Concejo Indígena en un comunicado.
“Es invasora, porque son los pueblos originarios, ejidos y comunidades directamente afectadas, las que en el ámbito de su autonomía y libre determinación pueden decidir con legitimidad y legalidad el destino de su territorio”, agregó.
“Y es represora porque pone en una situación muy vulnerable y desventajosa a los legítimos y originarios moradores del territorio, apostando por fortalecer una nueva presión social y política que se basa en el desprecio y la violencia en contra de la organización de abajo”, abundó.
El viernes, López Obrador anunció que se realizará una consulta en tres estados por donde pasa el gasoducto que alimenta una planta de la Comisión Nacional de Electricidad (CFE). Los pobladores rechazan la obra desde 2009, hace diez años. No hubo una consulta y los que protestaron, fueron detenidos y criminalizados.
El Presidente consideró que se perderían miles de millones de pesos si se paraliza totalmente. Por eso, el Gobierno federal está ofreciendo a las comunidades que si aprueban la planta, en la consulta del sábado 23 y domingo 24 de febrero, tendrán distintos beneficios.
1. Bajas tarifas eléctricas.
2. Revestimiento de canales secundarios y los terciarios serían revestidos.
3. Se ampliarían colectores residuales.
4. Se rehabilitarían plantas de tratamiento en Morelos.
5. Apoyo para los campesinos. Etcétera.
AMLO dijo que se está revisando quién realizará la consulta. Ofreció una participación de la UNESCO en todo el proceso para evitar que exista riesgo de contaminación, algo que vienen alertando no sólo pobladores, sino organizaciones de la sociedad civil.
Además, el Concejo Indígena advirtió que está en juego el territorio de los ejidos y comunidades afectadas no solo por la termoeléctrica ya construida y otra más que está proyectada, sino por el acueducto, el desvío de agua del río Cuautla, el gasoducto y demás obras complementarias para la operación de ese proyecto.
“Decimos con contundencia que esas consultas están hechas a modo para concretar el despojo y llevar la muerte a nuestros territorios”, señalaron.
La principal obra (Central de Ciclo Combinado) se encuentra sin poder funcionar debido a la falta de suministro de agua de la planta tratadora de aguas residuales de Cuautla. Hay seis amparos promovidos por las comunidades, y también falta la entrega de permisos de Conagua, a causa también de los amparos. Hay un tramo de poco más de cien metros paralizados por un plantón desde el 22 de septiembre de 2017.
1. Temor de parte de los ejidatarios que afecte el caudal del agua.
2. El impacto ambiental del proyecto.
3. La construcción de la obra en una zona sísmica.