El Quehacer Político a través///Jose Alberto Prado Angeles///La culpa eterna de Calderón no hay de otra
Por José Alberto Prado Angeles
Director General y Editor
Felipe Calderón “disfrazó” el comentario regionalizandolo en América Latina -para no hacerlo tan obvio-, pero la verdad es que el ex mandatario quería hablar única y exclusivamente de la realidad que se vive en nuestro país. Los comentarios en el Foro en el ABECEB en el Faena Art Center de Buenos Aires -donde se reúnen ex presidentes, empresarios e innovadores, entre otros, para analizar estrategias de crecimiento-, donde advirtió que el crimen organizado en América Latina se está apoderando del Estado y está reemplazando funciones de los gobiernos federales, tenían como destino único y directo a Palacio Nacional en la capital de la República.
En su intervención, Calderón matizó su punto de vista preguntando, “¿qué está pasando en México, en muchas partes de América Latina? Hubo un cambio de modelo criminal que no hemos analizado con detenimiento. En el siglo XX el narcotráfico era solo eso, literalmente tráfico de narcóticos”, pero ahora, “los criminales necesitan controlar el punto de venta y para eso necesitan controlar el territorio… tienen que colocar a su gente a controlar el punto de venta y a tratar de capturar el Estado, que por tradición controla el territorio”, lo que lleva al soborno de policías, jefes de policiales, alcaldes y funcionarios de alto nivel, dijo el ex presidente mexicano.
Felipe Calderón dijo que el verdadero negocio del crimen organizado es la extorsión, “porque la víctima de la extorsión es un negocio ilegal, que no puede pedir protección al Estado porque está en la ilegalidad”, y cuando el Estado se captura por completo, nadie puede pedir protección, “porque los criminales son el propio Estado”.
Calderón, quien ha sido señalado por el movimiento de la Cuarta Transformación como el único responsable de “sacudir el avispero” y provocar el problema que hoy tenemos en el país, en el 2006 cuando llegó a la presidencia mandó a las calles al Ejército y lanzó una guerra frontal contra el narcotráfico -11 de diciembre-, quien al dirigirse a los mexicanos dijo: “Si se preguntan si las cosas pueden cambiar, la respuesta es sí”, pero “las cosas” nunca cambiaron, por el contrario, empeoraron.
Sin embargo, ante la andanada de señalamientos de culpabilidad desde Palacio Nacional -por parte de AMLO y de Claudia Sheinbaum-, de su responsabilidad inicial de no planear adecuadamente esa “guerra”, en el foro de la ABECEB Calderón encontró la plataforma ideal para responder al oficialismo mexicano, donde advirtió que “tenemos que recomponer con una verdadera política de Estado, llevar a otras dimensiones nuestras instituciones de seguridad y justicia, que puedan enfrentar este mal”.
“Una verdadera política de Estado” que el mismo Calderón no pudo implementar y que hubiera evitado las consecuencias hoy tenemos. Insiste en que no hay “mea culpa”.
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