El Quehacer Político a través///Jose Alberto Prado Angeles///Trump y su pasado

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Por José Alberto Prado Angeles

Director General y Editor

Todd Blanche, Fiscal General Adjunto -el segundo funcionario de mayor rango en el Departamento de Justicia- viajó el miércoles por la noche a Tallahassee, Florida -según versión publicada por el diario The New York Times-, para entrevistarse ayer con Ghislaine Maxwell, cómplice de Jeffrey Epstein y quien cumple una sentencia de 20 años en prisión por tráfico sexual. En los documentos del caso de Epstein -quien falleció en el 2019 cuando estaba bajo custodia de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) mientras esperaba un juicio por los cargos de tráfico sexual- aparece en varias ocasiones el nombre del presidente Donald Trump, con quien el mismo mandatario reconoce mantuvo una relación amistosa durante 15 años, que terminó abruptamente por un problema inmobiliario en el 2004.

Hasta el momento Trump no ha sido acusado de ningún delito, pero la relación que tuvieron ambos personajes y las menciones de su nombre en el caso han provocado un minucioso escrutinio por parte del Departamento de Justicia. Además, habrá que recordar que durante la campaña presidencial del 2024, la modelo Stacey Williams acusó a Trump de haberla manoseado en presencia de Epstein, versión que por supuesto fue negada por el ahora mandatario, y otra de las víctimas de Epstein, su ex empleada María Farmer, denunció que en 1996 y en el 2006 insistió al FBI a que investigaran a Trump por un encuentro “inquietante” que había sucedido.

Todo esto ha provocado una “revolución” al seno de la Casa Blanca, y aunque públicamente Trump ha declarado que quiere que se hagan públicos los documentos del caso Epstein, “sacó de la chistera” un distractor para amainar la “rebelión” a la que se enfrenta. Retrocedió en el tiempo 9 años y acusó al ex presidente Barack Obama de “traición” -delito que es castigado con la muerte en los Estados Unidos-, por una supuesta conspiración en el 2016, al intentar sabotear su primera presidencia, al vincular a Trump con un intento de intervención rusa en el proceso electoral para perjudicar a Hillary Clinton.

Obama no respondió directamente, pero sí su portavoz. Patrick Rodenbush, quien dijo que “Estas extrañas afirmaciones son ridículas y un débil intento por desviar la atención”.  Y eso es precisamente, un descarado distractor que ni al caso venía. Pero la revisión de los documentos ha generado profundas divisiones y dudas sobre hasta dónde o no pudo haber estado involucrado Trump. Sin embargo, el asunto le da la oportunidad al presidente estadounidense de mostrar su astucia y amplia capacidad para “salirse con la suya”, y de paso, mantenernos a todos muy ocupados.

Así el Quehacer Político Desde 1980, 45 años inquiriendo en la política de México, cuestionando, exponiendo, revelando y razonando.Es cuanto.

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