El Quehacer Político a través///Jose Alberto Prado Angeles///El fracaso de abrazar a los paisanos

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Por José Alberto Prado Angeles

Director General y Editor

Ayer la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, encabezó la conferencia matutina desde Palacio -en ausencia de Claudia Sheinbaum, quien viajó en avión comercial a Canadá a la Reunión del G7, en donde se habló de la Estrategia Nacional de Repatriación -de los mexicanos deportados desde Estados Unidos- ‘México te Abraza’. Los tres puntos medulares son, “Articular un trabajo interinstitucional de todo el Gobierno de México y gobiernos estatales para recibir y atender a las y los connacionales; Vigilar el cumplimiento tratados y acuerdos internacionales y bilaterales en materia de repatriación para estar preparados ante acciones que violen los derechos de nuestros paisanos y, Garantizar la bienvenida y reintegración en sus comunidades de origen”.

La titular de Gobernación, quien desde el 21 de enero -un día después de la toma de posesión de Donald Trump- y anticipándose a las deportaciones masivas anunciadas por el nuevo presidente estadounidense, dijo que la estrategia es “para brindar a nuestros compatriotas una recepción adecuada y darles certeza de las oportunidades para una vida digna en su país natal”, ayer cedió la palabra al subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Sergio Arturo Medina, quien informó que desde su implementación -y hasta ayer- han sido repatriados bajo el programa 56 mil 298 connacionales. Un total que luce benevolente si tomamos en cuenta los estimados de mexicanos indocumentados que se estima están en el país vecino -alrededor de 5 millones de connacionales- y si consideramos que en los últimos 15 años -de 2009 a 2024- el gobierno del país vecino ha expulsado a 4 millones 439,331 mexicanos en situación migratoria irregular.

Sin embargo, más de 56 mil mexicanos regresados a México, cuando muchos de ellos tenían toda una vida integrados a la sociedad estadounidenses y desintegrados a su país de origen, es un reto personal para quien lo sufre y un riesgo para la sociedad que lo recibe, ya que ni ellos ni la comunidad están preparados para ese nuevo ciclo. Realmente la Estrategia Nacional de Repatriación, es un buen esfuerzo por “tender la mano” a quien sorprendido por su nueva realidad por lo menos tiene quien lo reciba, pero no se les puede asegurar un futuro ni siquiera mediato a las condiciones de vida que tenían cuando laboraban allende la frontera.

Quienes son deportados reciben alimentación durante la recepción, un documento de repatriación por parte de la autoridad, afiliación provisional a los servicios médicos del Seguro Social, acceso a llamadas telefónicas, orientación jurídica, boleto de autobús hacia su lugar de origen y un apoyo económico para llegar a su destino. Pero después de eso, aunque hay la promesa del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de tratar de crear plazas para los “nuevos” mexicanos en el país, nadie puede asegurar que los empleos existan y que si los hay, éstos puedan llenar las expectativas que permitan la verdadera reintegración de los deportados a la sociedad.

Así el Quehacer Político Desde 1980, 45 años inquiriendo en la política de México, cuestionando, exponiendo, revelando y razonando.Es cuanto.

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