El Quehacer Político a través de la opinión///Israel Aram///Continuidad: Oportunidad y Desafío

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Por Israel Aram

Analista

Gracias a mis compañeros de trabajo por 5 años de proyectar y construir juntos

Hace un año reflexionaba en medio de encuestas y pre candidatos presidenciales sobre la realidad de los últimos años en la política, y con ella, la evaluación de lo que se necesita para percibir cambios verdaderos.

En ese entonces mencioné que luego de la bendición del voto, hemos cometido la equivocación de tomar a la ligereza la importancia de exigirle a los gobernantes un comportamiento democrático acorde al buen servicio público que promocionan en la contienda electoral. Una gran parte de ellos se limita a vencer en las urnas para que, luego de unos meses se desdibujen sus buenas intenciones y las aptitudes con las que se vendían.

Confiemos en que nuestra Presidenta enaltezca la política, pero sobre todo la administración pública, esa que debe ser el mecanismo para lograr que las propuestas se conviertan en acciones y soluciones, donde las necesidades de la mayoría sean atendidas. Somos millones de mexicanos con nuestrasesperanzas en ella, y todos nosotros, independientemente del voto que hicimos, deberíamos esperar prosperidad y seguridad expandidas durante su mandato.

Llegó la hora de extenderle la mano al adversario político, con humildad y con respeto, es momento de hacer una autoevaluación y, sobre todo demostrar sensibilidad ante las distintas realidades que tenemos, esas son las consignas que deben acompañar el trabajo día a día.

No hay que olvidar que, en el servicio público, todos somos, en esencia, transitorios. Ninguno de nosotros posee verdaderamente el poder, ni los cargos que ocupamos. Todo lo que manejamos pertenece al ciudadano y al país. Sin embargo, esta temporalidad no disminuye la responsabilidad que recae sobre nosotros, sino que la magnifica. A pesar de la naturaleza efímera de nuestros puestos, la labor a la que nos dedicamos requiere una entrega plena, un compromiso constante que trasciende nuestras propias circunstancias. Nos obliga a trabajar no por intereses individuales, sino por causas colectivas, aquellas que afectan a muchos y que deberían preocupar a todos.

Nuestro papel, entonces, no se limita simplemente a gestionar o administrar. Somos, por mandato, los primeros guardianes de las instituciones democráticas que sostienen nuestra sociedad. Las tradiciones fundamentales como el imperio de la ley, la separación de poderes, la protección igualitaria y los derechos humanos no son abstracciones lejanas; son conquistas que nos han sido legadas por generaciones pasadas, que lucharon, se sacrificaron y en muchos casos, entregaron sus vidas para construirlas. Mantener y fortalecer esas conquistas es, sin duda, uno de los pilares de nuestra misión.

En el día a día, nos enfrentamos a las tensiones inherentes a la política, a los constantes cambios impulsados por los intereses partidistas y a las presiones externas que buscan influir en la esfera pública para su propio beneficio. A quienes se integran al gobierno y a quienes continúan en sus funciones, les sugiero, además, que, en medio de la vorágine de responsabilidades y la prisa por cumplir con los desafíos del servicio público, siempre hagan espacio para sus seres queridos. La familia y los amigos serán el refugio que les dará fortaleza en los inevitables momentos de adversidad. Cuando el camino se torne complicado, regresen a sus raíces, porque desde ahí podrán encontrar claridad y la motivación necesaria para seguir adelante con determinación.

Los mayores logros en política pública han sido fruto de la coordinación efectiva entre todos los actores, sin importar sus afiliaciones partidistas. Los verdaderos éxitos se alcanzan cuando se continúa con lo que ya funciona, se analiza de manera cuidadosa lo que está mal y se buscan soluciones con seriedad, evitando la improvisación. Es fundamental dejar de lado el radicalismo, que, aunque es una herramienta retórica poderosa, puede conducirnos al extremismo. Hoy en día, vemos personajes que se destacan por sus discursos incendiarios y agresivos, pero a menudo sus posturas no son más que imitaciones evidentes y estrategias calculadas.

En un contexto tan polarizado como el actual, es alentador escuchar propuestas conciliadoras, las hay y debemos darles eco. Independientemente de los colores políticos con los que simpatizamos, la unidad, la coordinación y la continuidad serán las líneas que definan el rumbo del país, tenemos la oportunidad y el desafío por delante.

El ejercicio de gobierno, por su propia naturaleza, nos involucra a todos. No se trata solo de quienes ocupan posiciones de poder o toman decisiones. Cada ciudadano, de una forma u otra, debemos asumir una parte de la responsabilidad para contribuir al éxito del país. Si pretendemos avanzar como sociedad, no podemos dejar a nadie atrás. La verdadera fortaleza de un gobierno, y por extensión de un país, reside en su capacidad para integrar a todos, escuchar a todos, y construir una visión común que refleje los intereses colectivos, hay que reconocer que nadie tiene todas las respuestas, que el trabajo en equipo es fundamental y que se requiere escuchar a todas las voces, sin importar su origen o posición.

El amor a la patria no se expresa únicamente desde los grandes cargos o posiciones de liderazgo. Se puede servir a un país de muchas maneras: actuando con responsabilidad en el día a día, participando activamente en la vida democrática, apoyando las causas sociales, o simplemente siendo un ciudadano que respeta las leyes y colabora en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Estoy convencido de que cada acción, por pequeña que sea, puede contribuir a la grandeza de un país si se realiza con honestidad, compromiso y un profundo sentido del deber.

Por mi parte, mi compromiso con el bienestar del país es inquebrantable, estaré siempre listo ya sea como funcionario o ciudadano para sumar en cualquier forma que me sea posible.Creo firmemente en el poder transformador de la acción conjunta y de la voluntad colectiva para construir, día a día, una sociedad más justa, inclusiva y próspera para todos.

De corazón deseo mucho éxito a la Presidenta y a todos los funcionarios que inician una nueva etapa en el Gobierno de México. Que su trabajo sea siempre incansable y valorado.

#SePuede y #SeDebe

Israel Aram Guerrero 

Tw: @israel_aram

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