El Quehacer Político Internacional a través de la opinión///Carolina Alonso Romei///El intento de asesinato a Donald Trump: el ¨tiro¨que lo enviará de vuelta a la Casa Blanca
Por Carolina Alonso Romei
Internacionalista
El intento de asesinato del ex mandatario Donald Trump fue un shock masivo que ha sacudido a la sociedad norteamericana, sin importar la posición política de cada uno. El tiroteo en el mitin de campaña de Trump en Pensilvania aparentemente rozó la oreja del candidato y le ensangrentó la cara, mató a un transeúnte e hirió críticamente a otros dos. Y todo estoocurrió en medio de divisiones sociales profundas y cada vez más peligrosas en el país.
Esta tentativa de magnicidio contra Donald Trump es sin duda, un acto de violencia política, sin precedentes recientes en ese país y se han desencadenado una serie de consecuencias que amenazan con alterar profundamente el panorama político y social de la nación. La ya elevada polarización política alcanza niveles alarmantes. Por un lado, los seguidores del candidato republicano han tomado las calles en diversas ciudades, denunciando lo que asumen como un ataque a la democracia y demandando justicia. Mientras tanto, sus detractores, aunque condenan el ataque, están a la defensiva ante acusaciones que consideran infundadas de provocación.
Este incidente ha aumentado la tensión entre ambos bandos, imposibilitando prácticamente, cualquier intento de conciliación. Asimismo, la seguridad nacional está siendo severamente cuestionada. Se exige una explicación lógica sobre cómo pudo ocurrir un ataque contra una figura pública tan destacada y protegida. Los errores en los protocolos de seguridad están bajo una revisión minuciosa, y ya se discuten posibles reformas para prevenir futuros incidentes.
El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, admitió que ¨el intento de asesinato contra el ex presidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, fue un ¨fallo¨ de seguridad¨. Reconocer esa situación tiene consecuencias inmediatas políticas, de seguridad y de defensa, provocando un total caos y confusión en el ¨establishment¨ de inteligencia de esa nación, comparado solo con la crisis que desbordó el ataque terrorista de las torres gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001.
Evidentemente hay consecuencias y un inminente cambio en la realidad política de Estados Unidos. Esta nueva situación transforma las prioridades de seguridad y defensa, frente al aumento de las amenazas internas de un conflicto sumamente grave en el país norteamericano. La convención del partido republicano comenzó a un par de días del incidente en Milwaukee, donde el candidato republicano llega con el estandarte de héroe nacional. Es sin duda, un ingrediente político que atraerá el interés internacional y la alta expectativa de la campaña de Trump.
Ahora bien, ¿qué repercusiones tendrá este suceso en el ámbito político? Claramente, los efectos son igualmente significativos. La campaña presidencial, que se encontraba en pleno apogeo, ha sido completamente interrumpida. Todos los candidatos suspendieron eventos de campaña y el discurso político se ha centrado exclusivamente en este incidente y sus implicaciones. Por su parte, el Congreso ha convocado sesiones extraordinarias de emergencia para frenar la crisis, y algunos legisladores están solicitando la declaración de un estado de emergencia nacional, lo que, a su vez, ha generado preocupaciones sobre posibles restricciones a las libertades civiles.
A nivel global, líderes alrededor de todo el mundo han condenado el ataque y ofrecido su apoyo a Estados Unidos. Un tema común en las reacciones internacionales ha sido la llamada a rechazar la violencia política y defender los procesos democráticos. Líderes de diversos países han enfatizado la importancia de resolver las diferencias políticas de manera pacífica y a través del diálogo.
Sin embargo, también se percibe una creciente preocupación por la estabilidad de una de las democracias más poderosas del mundo. Los mercados financieros internacionales reaccionaron con volatilidad, reflejando el momento de incertidumbre en el que encuentra el futuro inmediato del país.
Es un hecho que lo sucedido marcó un parteaguas en el desarrollo de la contienda presidencial para noviembre próximo, en donde la campaña electoral del republicano Donald Trump tiene una nueva imagen icónica: el ex mandatario momentos después de evitar por poco una lesión grave o la muerte, de pie con el puño en alto, líneas de sangre en el rostro y una bandera estadounidense ondeando detrás de él. ¨¡Luchen! ¡Luchen! ¡Luchen!¨, exclamó mientras algunos de los partidarios comenzaban a vitorear y festejar que se encontraba vivo.
Sin duda alguna, esta carrera se ha visto salpicada con varios escándalos durante los últimos meses: el juicio y la condena de Donald Trump, una serie de decisiones históricas por parte de la Corte Suprema, el fracaso en el debate del actual presidente Joe Biden, nada de esto parece haber movido la aguja política estadounidense en lo que ha sido, y parece estar destinada a seguir siendo, un país profundamente dividido.
Es claro que, a solo cuatro meses de la elección más importante de los últimos años, los demócratas tienen menos tiempo para re pensar su estrategia, menos ventaja económica y menos oxígeno político para inclinar la contienda electoral a su favor. Lo sucedido en Pensilvania demostró más claramente que nunca que las expectativas, las narrativas y las preferencias políticas pueden cambiar en cuestión de segundos, y lo que fue un intento fallido de asesinato, sea probablemente el ¨tiro¨ que lleve de vuelta a la Casa Blanca a Donald Trump.