El Quehacer Político Internacional a través///Carolina Alonso Romei///Un nuevo frente en la geopolítica global: la alianza Rusia-Corea del Norte
Por Carolina Alonso Romei
Internacionalista
El pasado 19 de junio, el presidente ruso Vladimir Putin y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, revivieron un compromiso de defensa conjunta de los tiempos de la Guerra Fría, firmando un nuevo convenio que compromete a sus países a apoyarse de manera mutua en caso de la existencia de una ¨agresión¨ contra cualquiera de las dos naciones; que como era de esperar, ha provocado una mayor tensión en el escenario geopolítico global.
Los mandatarios firmaron un acuerdo de ¨asociación estratégica¨ con una cláusula de defensa bilateral en caso de agresión. Este documento permite a ambos Estados poner en marcha mecanismos de ¨asistencia recíproca ante posibles agresiones contra cualquiera de las partes firmantes¨, explicó Putin en una rueda de prensa tras el encuentro. El mandatario no aclaró si dicha asistencia requeriría una intervención militar inmediata y en toda regla en caso de ataque, como especificaba el extinto tratado de 1961. Pero sí afirmó que Rusia no descarta el desarrollo de cooperación técnico-militar con Corea del Norte de conformidad con el nuevo acuerdo.
Putin, quien realizó su primer viaje a Corea del Norte en 24 años, fue citado en los medios de comunicación oficiales afirmando que ambas naciones quieren cooperar estrechamente para superar las sanciones lideradas por Estados Unidos y desarrollar activamente su asociación. También dijo que apreciaba el firme apoyo de Corea del Norte a sus acciones militares en Ucrania. Pyongyang y Moscú han aumentado de manera paulatina sus relaciones diplomáticas y en materia de seguridad, especialmente a medida que aumenta la tensión en la península de Corea y a raíz de la invasión rusa de Ucrania, la cual comenzó en febrero de 2022.
Pero, ¿por qué es tan polémico este nuevo acuerdo? El dirigente ruso justificó la necesidad de este nuevo pacto haciendo alusión a las últimas declaraciones de los líderes de países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobra la posibilidad de entregar armas a Ucrania y, también, avalar el uso de las mismas para atacar objetivos en territorio ruso.En concreto, es el artículo 5 en donde se estipula que si uno de los miembros de la OTAN sufre un ataque, el resto lo apoyará tomando las medidas que juzguen necesarias, incluyendo, por supuesto, el empleo de la fuerza armada.
Es un principio básico del derecho internacional que los Estados tienen estrictamente prohibido usar la fuerza para resolver conflictos internos o externos. En teoría, solo puede ser aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, órgano que está compuesto de forma permanente por cinco países con grandes diferencias y discrepancias entre ellos: Estados Unidos, China, Alemania, Francia y Rusia, lo que le da derecho a estas naciones para poder vetar cualquier resolución que se quiera aprobar en el organismo.
Vladimir Putin también insistió en ¨examinar¨ el régimen de sanciones impuesto por las Naciones Unidas contra Corea del Norte. El presidente ruso aseguró que su país sigue dispuesto a continuar realizando esfuerzos políticos y diplomáticos para contrarrestar la amenaza de una reanudación del conflicto armado en la península de Corea. Putin denunció a Estados Unidos por ampliar su infraestructura militar en la región y realizar maniobras con Corea del Sur y Japón. Rechazó contundentemente lo que calificó de intentos de culpar del deterioro de la situación de seguridad a Corea del Norte, que ha realizado seis explosiones nucleares de prueba desde 2006 y ensayos balísticos intercontinentales que podrían alcanzar a Estados Unidos.
Sin duda alguna, el pacto es una de las recompensas más visibles que Kim ha obtenido de Moscú a cambio de las decenas de misiles balísticos y más de 11,000 contenedores de municiones que, según Washington, Corea del Norte ha suministrado en los últimos meses para contribuir a la guerra de Putin en Ucrania. Asimismo representó lo más lejos que ha llegado el Kremlin en su apoyo a Corea del Norte, tras años de cooperación con Estados Unidos en las Naciones Unidas para frenar el programa nuclear y misiles de Pyongyang.
Era de esperarse la reacción de parte de Occidente sobre esta reunión, especialmente por parte de Estados Unidos. El día anterior a la junta entre ambos mandatarios, Antony Blinken, prometió que su gobierno seguiría haciendo todo lo posible para obstaculizar el apoyo que estos dos países se están dando. Además hizo hincapié en que Rusia está buscando de manera desesperada desarrollar y reforzar sus relaciones con países que puedan brindarle este tipo de asistencia para avanzar en el frente ucraniano y ha criticado el apoyo de China a la industria militar rusa.
Occidente afirma que esta situación les preocupa mucho, ya que, según ellos, esta realidad es la que propicia que la guerra continúe. Aseveran también que Pekín está ¨echando más leña al fuego¨, en un contexto que suponen, es la mayor amenaza para Europa desde el final de la Guerra Fría.
Este nuevo frente en la geopolítica global, en palabras del mismo líder coreano, un ¨acuerdo de lo más poderoso¨. Sin duda alguna es una relación que preocupa no solo a Estados Unidos sino a Occidente entero, y tendrán los ojos puestos sobre los próximos pasos que lleven a cabo ambas naciones. Dos enemigos acérrimos del gobierno estadounidense se han unido con la completa intención de hacerle frente a las decisiones y apoyo que ha demostrado el presidente Joe Biden hacia Ucrania en los últimos dos años. Ya veremos cómo termina esta historia de lucha de poder, en donde definitivamente solo puede haber un gran ganador.