El Quehacer Político a través de la opinión///Dr Alberto del Arco Ortiz///¿Tenemos en México una educación de calidad?
Por Dr Alberto del Arco Ortiz
Doctor en Alta Dirección Consultor, conferencista y académico
Como lo hemos analizado en otros artículos de nuestra revista quehacer político, los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son un parámetro para analizar cual es la situación del país en determinados rubros, recordando que los ODS son compromisos que el país adquiere ante la comunidad internacional y que le obliga a realizar esfuerzos para su cumplimiento.
Aun y cuando estos objetivos se cumplan, esto no quiere decir que, el problema esté resuelto.
Recordemos que el cumplimiento de los ODS sólo apuntala el compromiso del Estado con la comunidad internacional, que sin duda coloca al país en una condición de mayor competitividad, sin embargo, algunas de las problemáticas planteadas estarán aún lejos de ser solucionadas.
En este sentido y considerando las reflexiones anteriores, les proponemos hacer un análisis del objetivo número 4 “Educación de calidad” y tratar de evaluar que tan beneficos han resultado los esfuerzos que en este sentido ha realizado el Estado mexicano y tratar de reflexionar respecto de que tan lejos o tan cerca nos encontramos de tener una educación de calidad.
El objetivo número 4 a la letra dice “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.” Como todo objetivo a nivel macro, resulta muy ambicioso y hasta un poco subjetivo, en realidad lo que la comunidad internacional a través de la ONU busca es generar objetivos ambiciosos y que generen mejoras sustanciales, aunque el objetivo no se cumpla fehacientemente.
Sin embargo, es importante hacerlos mas acequibles e identificablesm por ello, de manera conjunta, se plantean una serie de metas que son mucho mas parecidas a lo que es un objetivo, al menos en su definición, es decir son metas medibles y cuantificables, a través de las cuales podemos evaluar con mayor objetividad su desempeño. Analicemos.
Meta 1: “De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos”
Para evaluar esta meta el gobierno propone como indicador el “indice de finalización” en los tres niveles considerados obligatorios primaria, secundaria y preparatoria, logrando los siguientes porcentajes: en nivle primaria tenemos un índice de finalización del 98%, en secundaria del 92%, lo que indica un nivel bastante alto, sin embargo, las críticas en este sentido son muy fuertes ya que muchos analístas sostienen que los resultados no son compatibles con los niveles de aprovechamiento y que de ahí se deriva la política de no reprobar a ningún estudiante que curse estos niveles.
Probablemente el indicador mas realista sea el relativo al nivel medio superior, donde le índice de finalización se cae hasta el 65% aproximadamente, lo cual nos habla de un desempeño muy pobre, en esta etapa los estudiantes dependen menos del control paterno y lamentablemente evidencían muy poco compromiso con su futuro educativo.
Meta 2: “De aquí a 2030, asegurar que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria.”
Para esta meta se consideran dos indicadores, el primero establece: “Proporcion de niños de 24 a 59 meses cuyo desarrollo es adecuado en cuanto a la salud, el aprendizaje y el bienestar psicosocial”, en cuyo caso el porcentaje de cumplimiento es cercano al 82%, teniendo mayores posibilidades los niños de las ciudades cuyo porcentaje se incrementa por encima del 82%, mientras que los niños que viven en comunidades rurales bajan su porcentaje en un 79% aproximadamente.
El otro indicador es: “Tasa de participación en el aprendizaje organizado” es decir la posibilidad de que los niños accedan a kinder y preescolar un año antes de iniciar con la educación primaria, en este caso, el porcentaje es ligeramente superior al 90%, lo que en teoria dejaría habilitados a los niños para iniciar de forma segura y con mayores posibilidades de éxito, su proceso educativo formal.
Meta 3: “De aquí a 2030, asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.”
Para la evaluación de este indicador, se han considerado también dos indicadores, el primero es: “Tasa de participación de jóvenes y adultos en la enseñanza y formación académica y no académica en los últimos 12 meses. En este indicador la tasa actual está cercana al 37.5% lo que significa un muy pobre desempeño, esto sin considerar que apenas en el 2023 se revirtió la tendencia negativa que veníamos presentando desde el 2018 (38.5%), que dicho sea de paso fue la tasa mas alta desde el 2013 (34.5%)
El otro indicador es “Tasa bruta de matricula de educación superior” la cual se sitúa en este momento cercana al 43%, esta estadística es sin duda un reflejo del nivel educativo del país, una interpretación a priori, va en el sentido de que sólo el 43% de la población tiene acceso a la educación superior.
Meta 4: “De aquí a 2030, aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.”
Para la evaluación de esta meta, se propone un indicador, el cual es: “Proporcion de jóvenes y adultos con conocimiento de tecnologia de la información y comunicaciones (Tic´s).” En este rubro el promedio nacional no alcanza el 30%, dándose una enorme desigualdad regional, mientras que en la Ciudad de México el porcentaje se incrementa hasta el 52%, nueve estados no alcanzan a reportar un 25%, sin duda otro indicador que deja mucho que desear.
Meta 5: “De aquí a 2030, asegurar que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética.”
Para esta meta se han desgnado dos indicadores, el primero es: “Porcentaje de la población en un grupo de edad determinado (7 a 14 años) que alcanza por lo menos un nivel fijo de competencia funcional en alfabetización” en este indicador el nivel es muy alto, se reporta un nivel ligeramente superior al 99%, lo que significa que prácticamente se tiene alfabetizado al total de personas que pertencen al grupo que debe dominar esta carácterística.
El segundo indicador, se centra en otro segmento poblacional y se establece así: “Tasa de alfabetización de personas de 15 años o mas” en este rúbro el porcentaje también es alto y se reporta casi un 95% de la población con esta característica, aunque aquí también hay una notable inequidad, mientras que en la Ciudad de México, así como en otras importantes urbes el porcentaje esta por encíma del 98%, tres Estados de la República no alcanzan a llegar al 90%, de cualquiuer forma el indicador parece bastante aceptable.
Meta 6: “Construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos.”
Por su naturaleza esta meta es la que requirió de un mayor número de indicadores, se tuvieron que requerir hasta ocho indicadores para poder abordar este tema que tiene que ver con la infraestructura y el ambiente donde se ubican los centros educativos, vamos a analizar uno a uno estos ocho indicadores.
El primer indicador es: “Proporción de escuelas con acceso a la electricidad” que actualmente se ha ubicado muy cerda del 93% y que ademñás ha mostrado una tendencia de crecimiento continuo desde el 86% del 2020, el indicador no es tan malo y sobre todo que la tendencia es positiva, por lo que se espera que siga creciendo en los próximos años.
Por el contrario el segundo indicador es bastante malo y se denomina: “Proporción de escuelas con acceso a internet” curiosamente, en este rúbro, se mantuvo una tendencia negativa constante desde el 2019 (37%), 2020 (36%), 2021 (33%) y 2022 (30%), sin embargo la estadística para el 2023 es cercana al 47%, lo cual constituye un avance significativo de 17 puntos porcentuales, pero que sin embargo sigue constituyendo un resultado muy pobre.
El siguiente indicador refiere a la “Proporcion de escuelas con equipos de cómputo en funcionamiento” con un fenómeno parecido al del indicador anterior donde se presentó un decremento mantenido desde el 2019 (54%) hasta el 2022 (51%) y que en el 2023 tuvo un incremento un poco mas discreto del 7% que la posicionó en un 58% total, en espera de que se consolide una tendencia positiva.
En materia de infraestructura, el siguiente indicador: “Proporción de escuelas con infraestructura adaptada para discapacidad” nos habla de un importante incremento de 11 puntos porcentuales, que tiene su origen en el 2029 con un 23% y que se proyectó hasta el 34% en el 2023. En el mismo orden de ideas sobre la discapacidad, el siguiente indicador: “Proporción de escuelas con materiales adaptados para discapacidad” presentó también importantes mejoras alcanzando los dos dígitos, considerando que en el 2019 el porcentaje se ubicaba en 12% y que en el 2023 se coloca en el 22%
El siguiente indicador “Proporción de escuelas con conexión a la red pública de agua potable” se mantiene en un crecimiento discreto que va del 2019 con un casi 72% hasta el casi 78% del 2023, el problema de este indicador es que se refiere a un punto clave de la infraestructura, el hecho de no contar con ese recurso vital es sumamente grave, pero cuando consideramos que el déficit alcanza el 22% podríamos pensar que es el mas grave de todos los indicadores.
En este mismo orden de ideas en cuanto a infraestructura sanitaria, dos indicadores mas, el primero: “Proporción de escuelas con sanitarios independientes” alcanzó una cifra record de 93% y el segundo “Proporción de escuelas con lavabo de manos” llego al 83% estas cifras se pueden ver afectadas por el problema principal de acceso al agua. Como se pueda apreciar el tema de la infraestructura es tal vez el que mas áreas de oportunidad presenta, dada la complejidad y el elevado costo de inversión que se requiere.
Meta 7: “De aquí a 2030, aumentar considerablemente la oferta de docentes calificados, incluso mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.”
Para esta meta se cuenta con tres indicadores, el primero: “Proporcion del profesorado de educación preescolar, que ha recibido al menos la mínima formación docente organizada previa al empleo o en el empleo” este indicador se ubica con mas del 81% en tendencia positiva, el segundo indicador es el mismo, pero referente a la educación primaria y en este nivel el porcentaje sube al 91%, mientras que el último se refiere a la educación securdaria, donde el porcentaje baja al 85%, en ambos casos también con tendencia positiva.
Meta 8: “Asegurar el acceso efectivo a educación inclusiva, equitativa, intercultural e integral de calidad con particular atención a grupos en desventaja (desagregación por sexo, población indígena, personas con discapacidad, etc.).”
Para evaluar esta meta se seleccionó el indicador: “Porcentaje de alumnos que asisten a escuelas de organización multigrado” este indicador ha variado mucho en el tiempo, siendo su nivel mas bajo el 15.2% del 2020, y el mas alto el 16.3% del 2019, actualmente (2023) se ubica en el 15.4%
Meta 9: “Disposición de entornos favorables para el proceso de enseñanza-aprendizaje”
Para la evaluación de esta meta se considera el indicador: “Prevalencia de la violencia en el ámbito escolar entre las mujeres de 15 años y mas en los últimos 12 meses”, en este indicador se reporta una prevalencia equivalente al 20% aproximadamente, a nivel nacional, aunque en este caso, la variabilidad es considerable en cada Estado, siendo el de Queretaro el de mayor porcentaje de violencia con casi un 29% y el Estado de Baja California Norte el de menor incidencia con un 13%
Como toda evaluación, que tiene su lado subjetivo, consideramos a manera de conclusión los siguientes números: se analizaron 9 metas a partir de 21 indicadores, de los cuales seis: (1, 3, 7, 8, 9 y 18) se evalúan como Muy buenos; Otros cuatro: (2, 15, 17 y 19) resultaron Buenos; Tres mas (14, 16 y 21) se evaluaron como Regulares y siete: (4, 5, 6, 10, 11, 12 y 13) que conforman la mayoría se evaluaron como Malos, sólo en un caso se considera que faltan elementos para dar una evaluación objetiva.
Con esto se puede concluír que la evaluación general del objetivo número 4 de los ODS Educación de Calidad, sería mala, con una ligera tendencia a regular, encontrándose muchas áreas de oportunidad, sobre todo en al ámbito estructural y del ambiente propicio para el desarrollo escolar, es decir, tenemos mucha tarea.