El Quehacer Político Internacional///Carolina Alonso Romei///Estados Unidos y su veto a Palestina en la ONU: ¿Un obstáculo más para la paz?
Por Carolina Alonso Romei
Internacionalista
En un revés para las aspiraciones palestinas de alcanzar la estatalidad plena, Estados Unidos vetó una vez más la resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que buscaba otorgar la membresía a Palestina. La votación, celebrada el pasado miércoles 17 de abril, terminó con 12 votos a favor, 2 abstenciones (Reino Unido y Suiza) y 1 en contra, lo que significa que la resolución no alcanzó la mayoría necesaria de 15 votos para su aprobación.
Para que el proyecto de resolución fuera aprobado, debía contar con al menos nueve votos a favor y ningún veto de sus miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos). Este veto marca la segunda vez que Estados Unidos bloquea la entrada de un país en la ONU desde 1976, cuando impidió el ingreso de Vietnam.
El veto estadounidense, que ya se había utilizado en 2011 para bloquear una solicitud similar, se basa en la postura de Washington de que la membresía palestina debe ser el resultado de un acuerdo negociado con Israel, en lugar de una decisión unilateral de la ONU. Los funcionarios estadounidenses también han argumentado que una ley estadounidense podría obligarlos a recortar fondos a la ONU si Palestina se une sin un acuerdo previo.
La decisión de Estados Unidos ha sido duramente criticada por los partidarios del estado palestino, quienes la ven como un obstáculo más para la paz y la solución de dos estados. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, calificó el veto como “un acto de agresión contra el pueblo palestino y una violación flagrante del derecho internacional”. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó la decisión y pidió a las partes que reanuden las negociaciones de paz. La Unión Europea expresó su “profunda decepción” por el veto y reiteró su apoyo a la solución de dos Estados.
Por otro lado, Israel ha expresado su apoyo a la decisión de Estados Unidos, argumentando que la membresía palestina en la ONU socavaría las perspectivas de paz en la región. El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que “la única forma de lograr una paz duradera y justa es a través de negociaciones directas entre Israel y los palestinos”. El veto de Estados Unidos ha generado un debate acalorado en la comunidad internacional. Algunos países han expresado su decepción por la decisión, mientras que otros han instado a la reanudación de las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos.
Es lógico revisar y entender las consecuencias tanto para Palestina sin lograr consolidarse como un Estado, como para Estados Unidos al emitir esta resolución en contra. Dentro de las repercusiones inmediatas para Palestina podemos ver que se ahonda el sentimiento de frustración y desaliento entre su población, que ve obstaculizado su derecho a la autodeterminación y al establecimiento de un Estado independiente. Aunado a esto, la Autoridad Palestina se ha debilitado aún más con esta decisión, lo que se traduce en que la gestión del territorio y la prestación de servicios básicos a la población se vuelven una tarea titánicamente imposible. Y obviamente, la consecuencia más terrible es que probablemente, se recrudezca la violencia en la región, con posibles represalias e inestabilidad para toda la sociedad civil.
Estados Unidos, por su parte, ha justificado su veto argumentando que la creación de un Estado palestino debe ser el resultado de un acuerdo negociado entre ambas partes involucradas, Israel y Palestina, y no de una imposición unilateral por parte del Consejo de Seguridad. La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, afirmó que “la resolución de hoy no acerca las partes a un acuerdo de paz duradero y viable. De hecho, lo aleja”.Asimismo, el país americano argumenta que las condiciones actuales no son propicias para la creación de un Estado palestino viable y que su establecimiento podría conducir a más violencia e inestabilidad en la región. El gobierno de Joe Biden sostuvo que el veto era necesario para proteger la seguridad de Israel y evitar así, que el Consejo de Seguridad tomaramedidas que lo puedan perjudicar.
El veto de Estados Unidos ha puesto en duda el compromiso de Washington con una solución de dos estados. También ha debilitado la confianza de los palestinos en el proceso de paz mediado por la ONU. Sin una visión clara del camino a seguir, es probable que el conflicto israelí-palestino se prolongue y se intensifique. Sin duda alguna, el futuro de la causa palestina en la ONU sigue siendo incierto. Es posible que la Asamblea General de la ONU, donde no hay poder de veto, vote sobre la membresía de Palestina durante los próximos meses. Sin embargo, esta votación no tendría carácter vinculante y es poco probable (prácticamente imposible) que cambie la postura de Estados Unidos.
La comunidad internacional se encuentra ahora ante la difícil tarea de reanudar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, un proceso que parece estancado desde hace años, y que, al parecer seguirá así. La sociedad global, las partes involucradas y la sociedad civil tienen la responsabilidad de trabajar de manera conjunta para encontrar una solución justa y duradera al conflicto, que garantice tanto el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino como la seguridad de Israel.
La decisión de Estados Unidos, quien podría ser considerado uno de los jugadores clave dentro de este conflicto, ha añadido un nuevo obstáculo al probable proceso de paz en Medio Oriente, y será solo el tiempo el que nos dirá si se podrá superar y alcanzar una solución justa y duradera al conflicto, cambiando así el final de la historia que lleva años teniendo como protagonistas al terror, el conflicto y la guerra.