El Quehacer Político///Jose Alberto Prado Ángeles///The New York Times y la presencia del Ingeniero
Por José Alberto Prado Ángeles
Director General y Editor
Esta es una reflexión para dejarla a la imaginación…
De acuerdo con la agencia Bloomberg, el 2 de marzo de 2014 se confirmaba que el magnate mexicano Carlos Slim estaba duplicando su participación en el periodico estadounidense The New York Times, tras ejercer la opción que recibió cuando en el 2009 realizó UN PRÉSTAMO de 250 millones de dólares a la compañía que publica el influyente diario, que necesitaba una inyección de recursos. Y el 15 de enero de 2015 Slim se convirtió en el mayor accionista del periódico estadounidense The New York Times, al ejecutar una opción que le permitió adquirir 15.9 millones de acciones clase A, por algo más de 101 millones de dólares. Dos años después -2017-, se deshizo de la mitad de su participación, para quedarse con el 8 por ciento. Y aunque por décadas la familia Sulzberger ha sido la propietaria y administradora del diario, los accionistas mayoritarios -como Slim- no son parte de las decisiones editoriales del medio, pero se deduce -por sentido común- que pudieran tener “algunas consideraciones” cuando hacen algunas “recomendaciones”.
Durante los meses de campaña de Andres Manuel López Obrador -sobre todo en el 2018-, en varias ocasiones el candidato morenista y el empresario “chocaron” en declaraciones sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México -donde Slim participaba en la obra- que “estiró” la relación entre ambos. Sin embargo, en agosto 6 de 2018 -cuatro meses antes de tomar posesión- aparentemente hubo una reconciliación, cuando durante un desayuno con el sector empresarial en el Palacio de Minería. AMLO mencionó a Slim, quien se levantó de su mesa y fue al podio donde estrechó la mano del próximo presidente y se fundió en un abrazo.
El 10 de octubre de 2020, el presidente Lopez Obrador agradeció a Slim su participación en el tramo dos del Tren Maya y calificó al empresario “como un hombre institucional que no se mete en politiquerías”, e incluso recordó con agradecimiento que el hombre más rico de México lo acompañó a Estados Unidos durante su visita en julio del 2020.
El 17 de abril del 2021, Carlos Slim estuvo de visita en la finca del AMLO y el presidente presumió en redes sociales una fotografía donde dice, “Desayune en Palenque con Carlos Slim porque estamos evaluando el avance de la construcción del Tren Maya y su empresa tiene un tramo a su cargo. También hablamos de otros temas y le mostré la ceiba más grande que tengo en la quinta”.
El 27 de diciembre de ese mismo año, durante su mañanera AMLO la interrumpió poco antes de las nueve de la mañana y dijo que se retiraba porque “Voy a desayunar con Carlos Slim”. Posteriores a esta reunión -en los siguientes años- las visitas del magnate a Palacio -para desayunar- han sido frecuentes y del conocimiento de la opinión pública, lo que nos habla de una estrecha relación entre Palacio y el hombre más rico de México.
Sin embargo, el pasado 13 de febrero sorprendió la inusual conferencia de prensa a la que convocó Slim, quien durante 3 horas y 45 minutos habló de sus negocios y de su relación con el presidente López Obrador, de las que dijo tener algunas diferencias, pero de las que hablara una vez que deje la presidencia. Pero Slim sí fue claro al señalar desde Palacio “Se nos ha pasado la mano un poco en la confrontación mediática de las mañaneras” y opinando que es muy “negativo el asunto de la seguridad” del país. Sobre el papel que han asumido o le han asignado a los militares en muchos sectores de la administración, el magnate dijo que “es demasiado”, mientras que de las propuestas de reformas constitucionales algunas las calificó como “buenas”, pero la mayoría como “regulares”, desaprobandolas.
Y la semana pasada, viene el polémico artículo de The New York Times sobre los supuestos financiamientos en efectivo y de dudosa procedencia a la campaña presidencial del 2018 que han alterado el “estado de ánimo” del inquilino de Palacio Nacional, que nos deja volar la imaginación.