“Si alguien rompe esas reglas, los científicos te pueden aislar, las revistas negarse a publicar, empleados a emplear, financiadores a financiar”, dijo Hank Greely, profesor de derecho y genética en Stanford.

Claro, a veces lo que empieza mal termina bien.

En 1978, el doctor Robert Edwards fue denunciado cuando anunció a la prensa la primera “bebé de probeta” del mundo, Louise Brown. Su trabajo después lo hizo merecedor de un Premio Nobel y la fertilización in vitro ha ayudado a millones a tener hijos.

Y este año, Louise Brown — madre de dos hijos concebidos a la antigua — cumplió 40.

Con Información de AP