Museo del Coleccionista de Tijuana exhibe nueve mil piezas llenas de nostalgia
El visitante podrá admirar tarjetas telefónicas, boletos de lucha libre, billetes, tazos, muñecos, entre otros artículos
Por Redacción QP
Museo del Coleccionista de Tijuana exhibe nueve mil piezas llenas de nostalgia
Por Redacción QP
Personas raras, anormales, alejadas del resto del mundo, pero también consideradas únicas, es como se describen los coleccionistas, gente apasionada que se dedica a agrupar y ordenar determinados objetos.
“De ahí comenzamos a pensar que va pasar con nuestras cosas, platicando, viendo y juntando dinero para un inmueble es que decidimos crear un museo”
Son también personas que sufren en demasía, ya sea por cuestión económica (no les alcanza para comprar determinado objeto); porque no localizan determinada cosa; por la pérdida, avería o daño de alguna parte de su colección; y hasta por no contar con el espacio suficiente para seguir manteniendo en buenas condiciones sus objetos.
“Si, los coleccionistas nos sentimos un poco raros al resto al mundo. Disfrutamos y sufrimos. Lo más difícil de ser un coleccionista es cuando te voltean a ver como animal raro, no es broma, la gente te ve diferente”, confiesa en entrevista Zaurel León, coleccionista desde hace 38 años.
Es tal el aprecio que le tienen a los objetos que durante una reunión, Zaurel, junto con otros colegas, comenzaron a pensar que pasaría con estos cuando mueran. Lamentablemente obtuvieron la respuesta con el fallecimiento de un compañero.
“Hace 10 años aproximadamente hubo una reunión de coleccionistas y hubo muchísima gente, lamentablemente entre un evento y otro, uno fallece. Nos enteramos que a la familia no le interesó y la tiró. De ahí comenzamos a pensar que va pasar con nuestras cosas, platicando, viendo y juntando dinero para un inmueble es que decidimos crear un museo”.
Es así que nació el Museo del Coleccionista de Tijuana (MUCOTI) del que León es promotor. Si bien la idea surgió en 2007, el lugar abrió sus puertas el 29 de abril de 2017 en Calle Séptima y Avenida Revolución de esta ciudad.
Las colecciones que aquí se presentan pertenecen a Miguel Ángel Pérez y Mauricio Pino, quienes reúnen cerca de nueve mil objetos actualmente, toda vez que ya tienen más en bodega que aún no exhiben.
“Es difícil sacar las cosas de tu casa y que el resto del mundo las vea, sobre todo por el temor que se te pierda una pieza o te la roben”
Tras dar los primeros pasos en este lugar, la nostalgia invade al visitante ya que hay una mesa con objetos sin valor aparente pero que cualquiera adquirió en algún momento: tarjetas telefónicas, de la lotería, boletos de lucha libre, billetes y tazos.
Así es como este museo da la bienvenida con vitrinas ocupadas por máquinas Singer de los años 40 y 50, view masters, cámaras fotográficas y en la siguiente sala colecciones nacionales de los “premios” que salían en productos como Sabritas, Sonrics, Coca-Cola, Pepsi, Chocomilk y Kellogs.
Al centro del lugar, coloridos lienzos en los que conviven superhéroes, luchadores y hasta personajes de historietas como Capulina, El Chapulín Colorado y la Familia Burrón, además de Topo Gigio, Pancho Pantera, Memín Pinguín y El Llanero Solitario.
Por las esquinas brotan los tentáculos de “Doctor Pulpo”, en el techo crece la hierba de “Hiedra Venenosa” y una pared más se encuentra destrozada por “La Mole”, dibujos hechos por Chava Espinoza.
A continuación, el espacio para los superhéroes, destaca una colección de Funko de “Batman” (la serie cuenta con alrededor de 108-110 piezas y se muestran 90) y la vitrina dedicada a “Kalimán”, que muestra figuras, historietas y discos del superhéroe mexicano.
Guardar todos estos objetos no fue fácil, como coleccionista hay que invertir dinero, tiempo y espacio. “El espacio es un factor importante, porque a veces ya tienes muchas piezas y todavía le quieres agregar más y cada año salen cosas nuevas que por supuesto, uno quiere comprar”, explicó Zaurel.
“Son factores que tienes que ver como coleccionista, qué te gusta, cuánto le piensas invertir tanto en tiempo, dinero y espacio, porque a lo mejor puedes no tener el espacio y quieras tener cosas y solo te van a robar espacio”, insistió.
Este lugar también da cabida a exposiciones temporales, la primera fue de artículos de “Los Padres de San Diego”, “era una colección privada, duró tres meses más de lo que tenía que durar”.
“El coleccionista es muy celoso. Es difícil sacar las cosas de tu casa y que el resto del mundo las vea, sobre todo por el temor que se te pierda una pieza o te la roben o peor, que se te rompa. Entiendo que no es fácil, pero hay gente brava que dice va”.
Fue el caso de Ricardo Unzueta, dueño de la colección de Funko -serie Marvel-, que presentan actualmente. “De la serie son poco más de 520 piezas hasta ahorita, y aquí tenemos 413. Tenemos confirmado por gente de Funko que es la colección más grande en todo México”. Dicha muestra estará en exhibición hasta enero.
Con más de un año abierto, MUCOTI, cuya entrada tiene un costo de 25 pesos (niños, adolescentes, adulto mayor y capacidades diferentes) y 50 pesos (adulto), registra buena concurrencia.
“Me sorprende que venga más turista que gente local. Han venido canadienses, australianos, ingleses, alemanes, rusos, franceses. Personas de aquí de Tijuana prácticamente los que nos conocen o los curiosos que llegan a pasar por el centro”.
Con Información de Notimex