El presidente de México, Andres Manuel López Obrador aclaró que se les pide la credencial del INE a los adultos mayores en los centros de vacunación contra la COVID-19 para verificar que tienen más de 60 años y que viven en esa alcaldía por lo que no tiene ningún fin electoral la solicitud de la credencial de elector

-Presidente, se están pidiendo fotografías de las personas y su INE en la vacunación, ¿no se podría dar un uso electoral?

-Tiene mucha imaginación Milenio… pic.twitter.com/GLvuHMGoxu

— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) February 17, 2021

“Es una identificación y algunos medios suponen que se van a utilizar los datos con propósitos electorales”, comentó el mandatario mexicano en conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

López Obrador reiteró que es “ofensivo” que le comparen con lo que ocurría en Gobiernos anteriores ya que dijo representar “una lucha democrática” que se opone a “la manipulación y al uso de los programas sociales del Gobierno con propósitos electorales”.

“Ya es otro el Gobierno, no somos iguales y no somos iguales a anteriores porque realmente es hasta ofensivo que nos comparen”, dijo el mandatario.

Subrayó que no hay ninguna intención de actuar de manera ilegal al solicitar la credencial del INE a los adultos mayores.

El lunes 15 de febrero México inició con la vacunación contra el coronavirus COVID-19 de los adultos mayores en más de 300 municipios de todo el país, con las 870 mil dosis de la vacuna de AstraZeneca, pero algunos ciudadanos se quejaron de que en los puntos de vacunación había funcionarios pidiendo fotocopias de documentos de identidad y tomando fotos a los vacunados.

Durante las semanas previas a la vacunación masiva, el Gobierno de la 4T abrió una página web en la que los adultos mayores debían registrarse para recibir la vacunación.

Sin embargo, este registro no se está utilizando y el presidente aclaró que para ser vacunados sólo tienen que presentarse en el punto de vacunación con su credencial.

México, con 2 millones de contagios y al menos 175,000 muertes confirmadas por COVID-19 aspira a vacunar a todos los mayores de 60 años para abril, lo que implica el desafío de poner al menos una dosis a más de 15 millones de personas en solo dos meses.