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Los malosos de siempre
Por Israel Mendoza Pérez
Desde el púlpito de la mañanera, el presidente comete un error al visibilizar a los movimientos como el Frente Nacional Anti-AMLO (Frena), encabezado por Gilberto Lozano; Sí México dirigido por Gustavo de Hoyos y Claudio X. González; así como el supuesto Bloque Opositor Amplio (BOA) ya que legitima su existencia y maximiza sus intenciones conspiracioncitas contra la cuatroté. Aunque estas sean con rezos y marchas.
El documento de BOA se trató de una recopilación de diversos medios de comunicación, personajes de la vida pública y partidos políticos, quienes aparentemente buscan crear un bloque opositor al presidente de la república y en camino a las elecciones de 2021 con el fin de debilitar a Morena.
Sus rivales están en redes sociales, en casas de campaña que se las lleva el viento y en un libelo cuya autoría es de paternidad desconocida y que sólo reafirma el discurso de que los malosos del pasado están enojados por que perdieron prebendas y sus círculos de poder económico están mermados. Nada nuevo.
Abona a la teoría de la conspiración. |
El discurso de la lucha contra los perversos millonarios que nunca han visto con buenos ojos el Movimiento de Regeneración Nacional es el mismo desde hace 14 años. En 2006 Andrés Manuel López Obrador, candidato derrotado, señaló que Claudio X. González, por haber sido asesor de Carlos Salinas fue uno de sus malquerientes y promotor de la campaña del miedo.
Aunque no hay nada oculto en la existencia de una oposición no sólo de partidos sino de sectores. Los malosos mencionados por el actual Presidente son los mismos rivales del pasado. “Aprovecho para informarles porque ya se hizo público de que viene un nuevo movimiento, un Frena dos, encabezado por Claudio X. González, todo se está cumpliendo, y por el de Coparmex, Gustavo de Hoyos. Este nuevo movimiento a diferencia de Frena, son propositivos”, comparó el mandatario en la mañanera.
El presidente pierde el tiempo con sumarse a la “teoría de la conspiración”. Estos grupos, aunque pertenecen a los sectores conservadores más radicales no tienen un impacto para derrocar, con una campaña en redes sociales, a un mandatario. Darles importancia es caer en el juego de derecha contra izquierda.
Los poderes fácticos en el país tienen influencia en sectores y están activos. Los comicios de 2021 vienen con el componente de la polarización y tanto sectores como el presidente abonan a un ambiente enrarecido. Lo negativo es que es el ciudadano de a pie el que se encuentra en medio de un fuego cruzado combinado con ataques y guerra de lodo que no abona nada positivo al debate, pero sí a que la participación se convierta en una batalla de gritos.