24 noviembre, 2024

El Quehacer Político a través de la Visión de Cambio///David Razo///Hay pánico, pero no por el coronavirus, sino por la economía mundial

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El Quehacer Político a través de la Visión de Cambio|David Razo

Hay pánico, pero no por el coronavirus, sino por la economía mundial.

Por David Razo|Empresario

En el mundo los pronósticos de crecimiento están a la baja, menos dinero y mientras los bancos centrales toman medidas para evitar que el contagio enferme la economía: La epidemia de coronavirus que arrancó en China, a comienzos de año, tiene a la salud pública y a la economía mundial al borde de un ataque de nervios.

Esta epidemia ha provocado que haya una alerta mundial. Al cierre de esta edición la FED bajó sorpresivamente su tasa de intervención 50 puntos básicos para “responder a los riesgos” que plantea esta epidemia.

Según la OMS, se trata de un virus altamente contagioso que en solo 6 meses se ha extendido a todo el mundo, ha causado enfermos 8.5 millones de contagios, y ha matado a cerca de 450 mil de ellas.

El denominado covid-19, maldito virus, tiene una tasa de mortalidad baja, estimada en un 5 por ciento. Pero se propaga con facilidad y no es claro cuánto tiempo durará su impacto.

En el frente económico ha causado efectos desastrosos. En la última semana las bolsas de valores del mundo cayeron 25 por ciento, de acuerdo con el Financiero, en jornadas que recordaron la crisis financiera de 2008.

También los precios del petróleo han resultado afectados por el miedo al virus. En las últimas semanas cayeron cerca de 30 por ciento, mientras otras materias primas también sufrían bajas. Las cadenas globales de valor quedaron atrapadas por la lentitud con la que China vuelve a producir, mientras que el suministro de bienes de consumo, interrumpido por un atropellado inicio del año nuevo lunar, apenas retoma su marcha. En el mejor escenario el efecto de este virus se concentraría en el primer trimestre. Pero no hay garantías y podría extenderse.

El ‘cisne negro ‘de la economía en 2020. Se trata de un fenómeno raro y de consecuencias todavía imprevisibles, capaz de precipitar una recesión, luego de casi 10 años en los que la economía global se ha expandido.

En el ámbito económico a toda la urbe, le preocupan en particular una caída persistente del petróleo y de otras materias primas; la fuerte volatilidad de la tasa de cambio y un eventual deterioro de la inflación.

En el mundo, marcado por el nerviosismo, las multilaterales recortaron en los últimos días las perspectivas de crecimiento del año completo. Los pronósticos del FMI, el Banco Mundial y de la Ocde no son alentadores. Las dos primeras entidades advierten que el mundo sentirá el impacto en el primer trimestre y por eso rebajaron la perspectiva para el año completo del 3,5% al 3,4%. La Ocde, más pesimista, acaba de recortar 0,5% y prevé que este año la economía global crecerá 2,4%, si el impacto solo se siente en el primer trimestre.

Pero si se prolonga, el mundo solo crecería la mitad. Según le dijo a Business Insider el economista jefe de la Ocde. Laurence Boone, en caso que estallen epidemias en otros países, la desaceleración podría ser más aguda y prolongada.

En este escenario marcado por el pesimismo, los bancos centrales del G-7 –que reúne a los países más desarrollados– coordinaron esta semana acciones para estimular la economía y evitar mayores riesgos, entre ellas más recortes de tasas y más liquidez. En Viena los países de la Opep esperan recortar más la producción para que el precio del petróleo rebote.

¿Qué motiva el pesimismo? El resfriado que afecta a China, la ‘fábrica ‘del mundo y una gran locomotora. En 2019 su PIB alcanzó los US$13,6 billones, por debajo de Estados Unidos, con US$20,5 billones.

La economía china es más del doble del tamaño de la tercera potencia, Japón, con US$5 billones, mientras que Alemania, la locomotora europea, alcanzó ese año los US$ 3,9 billones, según The Guardian.

Además, responde por casi 18% de la producción mundial y está muy vinculada a las cadenas globales de valor.

Aquí la opinión de personas que entienden lo que digo: Las Bolsas sufren por dos vertientes principales: la incertidumbre sanitaria y la económica. Las medidas tomadas son extraordinarias y cada vez más Gobiernos paran toda la actividad durante semanas y aísla a la población para contener la pandemia. Una especie de quimioterapia que ataca a las células malas y también algunas buenas. Es decir, la economía se resentirá. “Los datos económicos que están llegando empiezan a dibujar un feo panorama para el crecimiento de las economías más avanzadas”, afirma Esty Dwek, directora de estrategia global de Natixis.

Feo panorama para nuestra economía a nivel mundial.

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