Una tarde antes del kickoff del Super Bowl LIV, la NFL celebró una cena de gala en la que premió a los mejores jugadores de la temporada que termina con el gran juego entre los 49ers y Chiefs.
En un día en el que la lluvia imposibilitó que el sur de Florida fuera bañado por el sol, el brillo lo aportaron las estrellas de la NFL que se reunieron en el Centro Artístico Adrienne en el centro de esta ciudad.
Para la asociación de periodistas que votan, el quarterback de los Ravens, Lamar Jackson fue el Jugador Más Valioso (MVP), por sus siglas en inglés al guiar el ascenso de organización en una campaña en la que lanzó tres mil 127 yardas y 36 pases de anotación.
Las facultades atléticas de Jackson se extendieron por tierra al ser un peligro para las defensivas rivales con mil 206 yardas.
La campaña de Baltimore que culminó en la ronda divisional de los Playoffs al perder con Titans encontró respaldo entre los escritores de futbol americano que galardonaron a Joe Harbaugh como Entrenador del año.
El Mejor Jugador Ofensivo del Año fue el receptor de los Saints, Michael Thomas, quien fue vital al contabilizar 149 recepciones para mil 725 yardas y nueve touchdowns.
Por primera vez en la historia, los Patriots pueden presumir de tener al Mejor Defensivo del Año con su cornerback, Stephen Gilmore.
Gilmore consolidó su estatus como el mejor jugador de la Liga esta temporada, liderando en pases defendidos con 20 y terminando empatados en el primer lugar en intercepciones con seis, incluidos dos pick-sixes.
Los novatos del año fueron conformados por el liniero defensivo de 49ers Nick Bosa y el quarterbackde Cardinals, Kyler Murray.
El regreso del año fue para Ryan Tanehill, pasador de los Titans.
Durante los NFL Honors como se llama a la ceremonia, también se dio a conocer a toda la generación de ex jugadores que ingresan al Salón de la Fama con: Troy Polamalu (safety), Edgerrin James (corredor), Steve Atwater (safety), Steve Hutchinson (guardia) y Isaac Bruce (receptor).
Con información de SUN