“A partir de ahora se nombrará un instructor del mismo, se iniciará un período de alegaciones a los clubes y, finalmente se resolverá”, añade la Federación, que estima un periodo “de un mes aproximadamente” para llegar a una resolución.
El sábado pasado, en el encuentro de la 21ª jornada de la Liga española en el campo del Espanyol (1-1), Iñaki Williams afirmó haber sido víctima de gritos racistas por parte de una parte del público.
“Me voy un poco triste, por el empate pero sobre todo porque he sufrido insultos racistas. Es algo que ningún jugador de raza negra o de cualquier raza quiere escuchar. Es algo totalmente fuera de lugar”, declaró Williams, de 25 años, a la cadena del club tras el partido.
Según las imágenes suministradas por la cadena Movistar La Liga, que retransmitía el partido, Williams fue despedido con imitación de gritos de mono por unos espectadores cuando dejaba el terreno, cerca del banderín de córner, al ser sustituido en el minuto 70.
Los hechos fueron condenados tanto por los dos equipos como por la RFEF y la Liga de Fútbol, entre otros organismos.
El Espanyol anunció el lunes que había identificado “a 12 individuos”, entre ellos nueve socios del club, como los autores de los gritos y que había enviado su informe a su Comisión de Disciplina Social, que podría expulsar de la entidad a los implicados.
También envió su informe a la policía por si hubiera alguna responsabilidad penal.
Con información de AFP