24 noviembre, 2024

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Presa del pasado
Israel Mendoza Pérez

Presa del pasado
Por Israel Mendoza Pérez 

La nueva audiencia de Rosario Robles fue ríspida y politizada. Las diferencias políticas y casi personales con la diputada Dolores Padierna son el punto álgido en su caso y está a un paso de convertirse en una vendetta. Es el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna —sobrino de la legisladora— quien ratificó la prisión preventiva de la exjefa de Gobierno y le dio un tono de choque con los defensores de Rosario Robles.

La audiencia que tuvo una duración aproximada de 40 minutos se convirtió en un debate político. El juez Delgadillo Padierna alzó la voz y le reprochó a los abogados “ustedes vinieron a mentir y su comportamiento falaz perjudica a su defendida”, en tanto, el abogado Julio Hernández Barros le echó en cara su parentesco con la diputada Dolores Padierna y le exigió que por “congruencia y ética profesional” se excuse del caso.

El caso está enrarecido y el conflicto con Padierna Luna es añejo y es el punto crucial de esta batalla. En 1997, Rosario Robles coordinó las llamadas Brigadas del Sol —una campaña perredistas promotora del voto— pero fue el año en el que comenzaron las fricciones con Dolores Padierna y por añadidura con René Bejarano. Desde la falta de acuerdos, hasta la disputa por el control del Partido de la Revolución Democrática en la ciudad de México forman parte de una cadena de divisiones y ataques entre tribus.

Incluso, aquel viejo caso de la leche Betty, un sucedáneo lácteo con heces, usado de manera electorera y propagandística por la corriente política de Bejarano y Padierna en 1999, sumó al conflicto entre ellos y Rosario Robles por el control del partido y la vergüenza pública de la entonces todopoderosa Corriente de Izquierda Democrática (CID).

Ahora, el añoso conflicto lo adoptó el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna y exhibió sus fobias políticas ya que su confrontación es directa. Aunque era muy joven cuando su tío político cayó en prisión, por sus arreglos con Carlos Ahumada tiene claro que uno de sus enemigos históricos de la familia es Rosario Roble, por ello no dudó en ratificar su sentencia. El pleito sigue y ahora se heredó.

Antes de su traslado al reclusorio Sur, Rosario Robles envío una carta, de su puño y letra al fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero en la que pidió que no se intente retenerla en prisión “inventado otros delitos”.

Además le recordó que el MP se quedó callado y ocultó deliberadamente que el juez Delgadillo Padierna “estaba impedido a conocer mi causa por su parentesco con una persona que se dice mi adversaria. ¿Es algo que a usted le parece correcto?”.

La rivalidad existente entre Padierna y Robles comienzan a acorralar a la extitular de Sedesol en el gobierno de Enrique Peña Nieto, ya que ya sacó a relucir, en su misiva, que en su domicilio en la alcaldía de Coyoacán, al sur de la CDMX, estuvo, en su momento, el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Tiene más información y en cuanto sienta que es momento, lanzará un misil por la información que tiene del pasado perredista de sus adversarios, ese será el último recurso. Veremos.

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