Cuarón dice que el cambio en México fue gracias a los jóvenes, pero también al movimiento del 68 y a los zapatistas
Cuarón dice que el cambio en México fue gracias a los jóvenes, pero también al movimiento del 68 y a los zapatistas
Por Redacción QP
Roma, que el jueves se presentó en competencia en el Festival de Cine de Venecia, será presentada en el Festival Internacional de Cine de Toronto y es la pieza central del Festival de Cine de Nueva York. Estaba invitada a competir en Cannes en mayo, pero fue retirada unas semanas antes de que arrancara el festival francés porque también tendrá su estreno en la plataforma de streaming Netflix.
El detalle con el que Alfonso Cuarón realizó la producción de Roma es tal, que el director sabía lo que había dentro de los cajones de la casa de sus protagonistas aun sin que estuvieran abiertos, las recetas de los platillos que comían, la música que escuchaban, la ropa que vestían.
Por eso su indicación para los directores de casting fue encontrar a una mujer exactamente igual a la trabajadora doméstica indígena que lo crio en la Ciudad de México en de la década de 1970. La actriz tenía que ser parecida no solamente en lo físico, sino en su manera de ser, algo que Cuarón dice que sólo podía cotejar él mismo. Primero buscaron en la capital y terminaron yendo al sureño estado de Oaxaca por comunidades de la sierra, hasta que dieron con la estudiante de educación Yalitza Aparicio, quien pertenece a la etnia mixteca e interpreta a Cleo.
“Cuando conocí a Yalitza fue una cosa inmediata. Yo te puedo decir que Yalitza es quizá de los mejores actores con los que he trabajado en mi vida, en el sentido de cómo entiende emocionalmente cada momento”, dijo el director ganador del Oscar en un encuentro reciente con la prensa en la capital mexicana en el que describió a la actriz como una mujer con una “inteligencia casi aterradora”.
Con esta película hablada en español y mixteco Cuarón deseaba rendir un homenaje a uno de sus seres más queridos.
“Ella es parte del matriarcado que fue en mi casa. (Quería) entender ese proceso de la alquimia de la vida, en donde las familias no son de sangre, las familias se crean por lazos afectivos y hay que entender ese proceso también, y cómo incluso en las familias y en ese proceso dentro de la familia, se hereda esa perversa relación que existe en nuestro país entre clase y raza”, apuntó. “El tema, creo, es fundamental”.
https://youtu.be/ZSI2VLwPFWw
Mientras que su familia de sangre provenía de una clase media citadina y tenía la piel blanca, su nana morena venía de uno de los estados más pobres del país.
“Ella hablaba de una infancia muy dolorosa y de una infancia muy difícil y de niño me hablaba de conceptos que eran bien abstractos, como el concepto de morirse de frío o el concepto del hambre. Para mí el hambre era de que nos retrasamos una hora la hora de la comida; aquí estamos hablando de hambre verdadera, de carencias reales”, dijo.
Cuarón, nacido en la Ciudad de México en 1961, busca entablar un diálogo a través de su película con las nuevas generaciones con la esperanza de que encuentren un mensaje relevante en el retrato de la represión a las protestas estudiantiles de junio de 1971, ocurrida a escasos tres años de la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968.
“Yo admiro tremendamente a las nuevas generaciones. Las nuevas generaciones son vibrantes y creo que no han crecido con los miedos y con las claustrofobias que creció mi generación”, dijo el realizador, quien destacó el enorme potencial que tienen los jóvenes tras las más recientes elecciones presidenciales en México.
“Estamos viviendo la primera transformación, que tenemos fe sea para bien, que ha vivido nuestro país en décadas y décadas y eso es gracias al impulso de la nueva generación. Por supuesto también gracias al impulso de gente que ha hecho un trabajo por décadas, el 68, el 10 de junio (de 1971) … el movimiento zapatista, que fue la llamada de atención más grande que hemos tenido en este país”.
“Vamos a ver hacia dónde nos lleva esta transformación democrática”, agregó. “Ojalá sea verdaderamente democrática”.
Roma fue filmada en blanco y negro en un formato digital de 65 milímetros con el que el director buscaba llevar al máximo la nitidez y la resolución.
“La idea siempre fue hacer esta película en blanco y negro, … pero no un blanco y negro nostálgico, sino usar un lenguaje fílmico absolutamente contemporáneo”, apuntó. “Me parece bellísimo el blanco y negro fílmico de emulsión, pero aquí la idea era hacer un blanco y negro digital con una resolución inmensa”.
La función de esta imagen nítida, acompañada de sonido Dolby Atmos, era crear un cuadro con una visión extensa de los ambientes, pues para el director de “Gravity”, “Y tu mamá también” y “Children of Men” “el contexto es tan importante como los personajes”.
“La ciudad es un personaje y eventualmente te das cuenta qué es el país del personaje y que esto solo es una familia que está fluyendo en ese contexto”, dijo.
Roma, que el jueves se presentó en competencia en el Festival de Cine de Venecia, será presentada en el Festival Internacional de Cine de Toronto y es la pieza central del Festival de Cine de Nueva York. Estaba invitada a competir en Cannes en mayo, pero fue retirada unas semanas antes de que arrancara el festival francés porque también tendrá su estreno en la plataforma de streaming Netflix. Este tipo de estrenos digitales va en contra de las nuevas normas de Cannes, que considera una ventana de exhibición en salas francesas y un periodo de tres años antes de su llegada a internet.
“En realidad el conflicto entre Cannes y Netflix no tiene nada que ver entre el conflicto entre los que aman el cine y los que odian el cine. Es muy fácil: es el conflicto entre dos modelos económicos y son dos modelos económicos que no han podido negociar una compatibilidad”, señaló Cuarón.
Para el director, lo más importante es que la película se vea. Desea que la gente tenga la posibilidad de disfrutarla en pantalla grande, pero también se dice consciente de que las nuevas generaciones, incluidos sus hijos, prefieren las plataformas digitales pues ir al cine “les da una hueva (pereza) tremenda”, además de que las plataformas le dan una vida más larga a las cintas que de otra manera pasan por un periodo breve en cartelera.
“Es también un cambio cultural. Creo que las dos cosas pueden coexistir, yo no creo que tienen que competir”, apuntó el cineasta. “No puedo pensar en una película sólo a partir del estreno, porque las películas son para que las vean las siguientes generaciones”.