Ani Castillo contra el miedo y la ansiedad
Ani Castillo contra el miedo y la ansiedad
Por Redacción QP
Ani Castillo contra el miedo y la ansiedad
Por Redacción QP
La ilustradora presenta “Ping”, su libro debut, que ya tiene contratos de traducción en Francia, Japón, Israel, China y Corea
Ani Castillo hizo carrera en Guadalajara con una tira cómica que se convirtió en un referente para los amantes del humor negro y la ternura irredenta. Semana a semana, en el desaparecido diario Público, Pupa y Lavinia exploraron lo cotidiano con una mirada única: un retrato del descubrimiento de lo propio y lo social.
Las dos adolescentes entrando a la juventud cuasi solitarias, inmersas en reflexiones sobre la sociedad y su devenir, que retrató Castillo, fueron el espejo de muchos tapatíos que se acercaron a los estanquillos sólo para descubrir la aventura de fin de semana de sus personajes consentidos.
La creadora acaba de lanzar un libro infantil en Canadá, donde vive hace años, que ha recibido críticas positivas y ha encontrado una nueva audiencia, además de la posibilidad de traducción en distintos países.
Las reseñas que han salido del libro han mencionado que ‘Ping’ podría ser para cualquier persona de cualquier edad, no solo para niños. Eso me ha hecho muy feliz, ya que era mi intención original. ¡Creo con todo mi corazón que ‘Ping’ es para todos!.
Por: Ani Castillo, artista.
En entrevista, contactada vía Instagram, Ani cuenta que “Pupa y Lavinia fueron una manera de plasmar en papel, y compartir con el mundo, todos los procesos internos que estuve experimentando durante los 10 años que duró la tira. Siento que yo crecí junto con Pupa y Lavinia. Como persona y como artista”.
La tira cómica estuvo en circulación el tiempo suficiente para que toda una generación se identificara con ella. Ilustraciones que encontraron un hueco en el ámbito artístico local quizá sin pretenderlo.
“Pupa y Lavinia fue un evento completamente pivotal en mi carrera como artista. Cuando tenía como 20 añitos, mi novio de ese entonces, Marte, me enseñó como hacer un blog. Él lo diseñó, le puso gráficos, música y me lo entregó. Al principio no sabía que hacer con él, pero poco a poquito empecé a escribir más y más y muchas personas bonitas empezaron a encontrar mi trabajo. Algunas de esas personas trabajaban en el periódico. Ellos me invitaron a hacer una tira para el suplemento Ocio. Lo curioso es que unas semanas atrás, había inventado en un cuaderno de la escuela, tres monitos que eran los personajes principales de Pupa y Lavinia. Pupa, Lavinia y Tipo”.
“Ping”, un artefacto literario en busca de lectores
La ilustradora recién hizo su debut con el libro “Ping”, que retrata de manera ingeniosa y accesible una forma de tirar anzuelo comunicativo, a la espera de que los otros lo pesquen, que hagan “Pong”. Un juego de mesa donde la pelota es la interacción.
El punto de partida del libro surgió debido a la experiencia propia de la artista, quien se mudó a Canadá sin tener un entorno conocido.
“Cuando me mudé me dio tanto shock el proceso de inmigración que no pude hablar con casi nadie por seis años. Siempre me gustó decir que estoy pensando. Pero cuando me mudé sabía muy poquito inglés, muy básico. Entonces me daba mucha pena que las personas pensaban que era tontita o simplona. Mi solución fue que básicamente dejé de hablar por muchos años. Fue muy feo y muy deprimente. Llegué al punto que ya no quería ni salir, ni dibujar ni hacer nada. Me hice muy ansiosa y muy temerosa. Sobre todo muy infeliz. Entonces, un buen día, encontré un anuncio en internet que decía ‘¿Se preocupa usted demasiado?’, y pues tuve que hacer click”.
El anuncio del que habla Ani era de la Universidad Ryerson, en Toronto, que buscaba interesados en participar en un estudio para manejar la ansiedad.
“Siendo que mi caso era tan extremo (no podía ni decir gracias al cajero de la tienda) les parecí el conejillo de indias perfecto, y me incluyeron en el estudio. Fue de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Me dieron terapia, para lo que identificaron como ‘Ansiedad Social’ y me ayudaron muchísimo. Hice muchos experimentos sociales, como hablar por teléfono en inglés, pedir agua en un restaurante, hablarle a un extraño en la calle. Fue mucho mucho trabajo y muchos miedos que tuve que enfrentar, pero mi vida cambió radicalmente gracias a todo ese trabajo”.
Abunda que el libro, editado bajo el sello Little, Brown Books for Young Readers, se apoyó “en algunos de los experimentos que hice durante ese tratamiento. Pensando en todo lo que tuve que transformar dentro de mí, para superar mis miedos y para vivir una vida más honesta, más emocionante y más bonita. ‘Ping’ es una herramienta mental que inventé y que me ayuda mucho para poder ser más valiente. Quiero que ‘Ping’ le ayude a muchas personas, así como lo ha hecho conmigo”.
El libro, que abre con la frase “Mi amigo, en esta vida sólo podemos hacer Ping”, es una invitación para construir opciones e iniciar un incipiente diálogo, a la espera de un Pong. Enseña, con la paciencia de un amigo mayor, que podemos ser los responsables de desencadenar una relación pero que no tenemos nada que ver con la respuesta: “Aunque es bueno imaginar el mejor Pong posible, ayuda recordar que no depende de ti”.
“Escribí ‘Ping’ como un libro de Filosofía. Y mi intención fue dirigirlo hacia todo el mundo. Hacia todas las edades. Igual que Pupa y Lavinia. Por lo mismo, me tardé un par de años en encontrar una agencia y una casa editorial. Les he de haber escrito por lo menos a 100 de ellos. Y me rechazaron uno tras otro. Fue muy triste y desalentador. Hasta que una casa editorial muy grande en Nueva York puso una oferta para mi libro. Me dijeron que su estrategia sería venderlo como un libro para niños, pero que estaban de acuerdo con que ‘Ping’ es para todas las edades. Hasta la fecha, ‘Ping’ ya ha sido adquirido para traducción y publicación en Francia, Japón, Israel, China y Corea. En todos esos países va a ser publicado como un libro infantil”.
Guadalajara a la distancia
“Guadalajara, y todo México, tienen muchísimo arte. Los mexicanos somos artistas innatos, yo pienso. Como que somos muy emocionales y muy intensos. Me encanta y lo extraño.
Desde que llegué a Canadá, extrañé muchísimo los festivales callejeros de música, el Cineforo, la videosala y todos esos cinitos por la ciudad que pasan películas de arte. En Guadalajara vi muchas exposiciones de arte totalmente gratis en museos, en cafecitos y galerías. Y el arte que sale de México tiene una sinceridad y una intensidad de espíritu que no se encuentra en ninguna otra parte.
Aquí en Canadá hay cines de arte y museos, pero todo cuesta mucho dinero. Ir al teatro puede costar hasta más de 200 dólares. Entonces pues nunca voy al teatro a menos que alguien me lo dispare ja, ja.
En Guadalajara recuerdo haber visto obras de teatro en el patio de la escuela de música, en la escuela de arte, en el teatro Degollado, en casas de personas que prestaban su patio, en cafecitos, en el Panteón de Belén.
Me di cuenta que muchas personas en México, yo incluida, como que a veces sentimos el gusanito del sentimiento de inferioridad ante el arte de otros países, sobre todo países más desarrollados. Me tomó muchos años (¡como 10!) quitarme ese gusanito.
Ahorita mi conclusión es que los mexicanos tenemos muchísimo que ofrecerle al mundo. Y que tenemos que pararnos ante él orgullosos y valientes, mostrando exactamente lo que viene de nuestro corazón”.
Saber más
“Ping” está disponible a través de Amazon: https://www.amazon.com.mx/ en el buscador poner el Ani Castillo y la oferta por el libro de pasta dura está en 314.33 pesos, en preventa (se pondrá a la venta el 24 de septiembre, según la página).