El Quehacer Político a través///Jose Alberto Prado Angeles///AIFA siempre fue tan solo un capricho
Por José Alberto Prado Angeles
Director General y Editor
A pesar de que los vuelos de carga representaban solo el 3 por ciento de las operaciones del aeropuerto de Ciudad de México, a principios de enero de 2023 se supo que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador estaba elaborando un decreto para el cierre a las operaciones de todos los concesionarios y del servicio público de transporte aéreo -nacional e internacional- de carga exclusiva, para llevarlas al AIFA y con ello evitar la “saturación” que se tenía en el aeropuerto capitalino.
El 19 de enero AMLO reconoció en su conferencia mañanera que se estaba haciendo “… un trabajo de convencimiento. Y ya saben ustedes que aquí aplicamos la máxima del presidente Juárez: ‘Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho’. Se está llegando a un acuerdo con los directores de los dos aeropuertos, con aduanas, con todos. Y va a ser, creo que, por consenso, no queremos imponer nada”.
El capricho de Palacio Nacional se cumplió y provoco cuellos de botella logísticos, sobrecostos, retrasos y pérdida de competitividad frente a otros centros regionales de carga como Miami, Houston y Panamá, señalaron algunos especialistas en la materia. Y a poco más de dos años de la cancelación de las operaciones de carga en el aeropuerto de la Ciudad de México, el 19 de julio pasado la administración de Donald Trump reprocho al gobierno mexicano “… por no cumplir el acuerdo bilateral de aviación”, obligando a las aerolíneas estadounidenses de carga a reubicar sus operaciones bajo el argumento de permitir la construcción de obras para aliviar la congestión en el aeropuerto, “obras que aún no se materializan”. El 22 de julio, la Presidenta reconoció que las autoridades del transporte estadounidense “nos dieron un mes y se va a abrir una mesa de trabajo con ellos”.
Así que, las represalias que tomó la administración estadounidense, por las presuntas violaciones al acuerdo bilateral, de cancelar todas las rutas aéreas originadas en el Aeropuerto Felipe Angeles (AIFA) hacia diversos destinos en Estados Unidos, así como rutas que estaban a punto de abrirse, no nos debe de sorprender. Sean Duffy, secretario de Transporte del país vecino fue muy claro al señalar que “hasta que México deje de estar jugando y cumpla sus compromisos, seguiremos exigiendo que rinda cuentas. Ningún país debería aprovecharse de nuestras aerolíneas, nuestro mercado y nuestros pasajeros sin sufrir consecuencias”.
Entonces, AMLO aunque prometió “Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”, simplemente impuso su capricho para darle movimiento al otro capricho del AIFA, y la presidenta, que se molestó ayer por la decisión y dijo “México no es piñata de nadie, a México se le respeta”, que había informado que “nos dieron un mes” en julio pasado para resolver el asunto, aparentemente no hizo nada con la “mesa de trabajo”. Así que, no nos hagamos los sorprendidos.
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