El Quehacer Político a través y de todo un poco en la opinión///Ing Abel Jiménez Hernández///Mexico está preparado para recibir la Copa del Mundo 2026

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Por Ing Abel Jiménez Hernandez

Cuando México fue anunciado como una de las sedes oficiales de la Copa del Mundo 2026, no solo me invadió una emoción inmensa como aficionado al fútbol, sino también un profundo orgullo como mexicano. El torneo más grande del planeta volverá a pisar tierras aztecas por tercera ocasión en la historia, y lo hará en un momento clave para el país: una etapa de transformación, innovación, orgullo nacional y fortalecimiento de nuestra presencia en el escenario global.

Esta no será una Copa del Mundo cualquiera. Será la primera en celebrarse de forma conjunta entre tres países: México, Estados Unidos y Canadá. Será también la primera edición con 48 selecciones nacionales. Y sobre todo, será un Mundial que pondrá a prueba no solo las capacidades logísticas y deportivas, sino la identidad, el compromiso y la cultura de los países anfitriones. En ese sentido, puedo asegurar con firmeza: México está preparado.

Una historia que nos respalda

México tiene el privilegio histórico de haber sido el primer país en albergar dos Copas del Mundo: la de 1970 y la de 1986. En 1970, fue escenario del mítico partido entre Italia y Alemania, considerado uno de los más emocionantes de todos los tiempos. En 1986, fue testigo del “Gol del Siglo” y de la “Mano de Dios”, ambos de Diego Maradona. Nuestra nación no solo ha sabido organizar eventos de talla internacional, sino que ha dejado huella en la historia del fútbol mundial.

Hoy, casi 40 años después de la última vez, el reto ha cambiado. El mundo es otro, más global, más digital, más exigente. Pero también México es otro: con una economía más sólida, una infraestructura urbana más robusta, una visión más globalizada y una juventud preparada para demostrar que somos una nación moderna, pujante y creativa.

Estadio Azteca: el templo que hará historia… otra vez

El Estadio Azteca es mucho más que concreto y gradas. Es un santuario del deporte. Será el primer estadio del mundo en albergar tres Copas del Mundo, y eso no es casualidad. Es símbolo de nuestra experiencia, de nuestra pasión y de nuestra capacidad. Y aunque muchos lo conocen por su legado, pocos saben que está siendo renovado de forma profunda para adaptarse a los estándares más altos de FIFA: iluminación inteligente, accesibilidad total, zonas de hospitalidad premium, conectividad digital avanzada, zonas verdes,

transporte público eficiente y medidas sostenibles.Junto a él, los estadios de Monterrey (BBVA) y Guadalajara (Akron) también se están preparando para recibir a miles de aficionados de todo el mundo. Ambos recintos ya son considerados entre los mejores de América Latina por su arquitectura, tecnología, comodidad y experiencia de aficionado. El país ha invertido, y sigue invirtiendo, en covertir estas sedes en centros de experiencia global, no solo en lo deportivo, sino en lo cultural, turístico y social.

Una nación en movimiento: infraestructura y conectividad

El Mundial 2026 no solo será un evento deportivo; será una movilización logística sin precedentes. Por ello, México ha redoblado esfuerzos para mejorar y expandir su infraestructura. Se están modernizando aeropuertos, ampliando rutas de transporte público, construyendo nuevas vías de acceso y reforzando la conectividad terrestre y digital.

Las ciudades sede están preparadas para recibir a millones de personas con sistemas de movilidad urbana más eficientes, rutas turísticas seguras, zonas hoteleras reforzadas, redes de telecomunicaciones mejoradas y espacios de convivencia pensados para la inclusión y la accesibilidad.

Además, se están aplicando protocolos internacionales en temas de seguridad, protección civil, monitoreo en tiempo real y atención médica. México ha demostrado —en eventos como la Fórmula 1, el GP de Motociclismo, conciertos de talla internacional y múltiples ferias globales— que tiene la capacidad de organizar eventos masivos de manera impecale. El Mundial no será la excepción, será la evolución.

La fuerza de nuestra gente: hospitalidad y cultura

Pero lo que realmente distingue a México del resto del mundo no es solo su infraestructursu capacidad organizativa, es su gente. En ningún otro lugar del mundo se recibe al visitante con la calidez, el entusiasmo y el corazón con el que lo hacemos los mexicanos.

Nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestra música, nuestras tradiciones y nuestro espíritu harán del Mundial una experiencia emocionalmente inolvidable. Cada turista que pise nuestras ciudades sentirá la pasión en las calles, en los mercados, en las plazas, en los estadios. Porque en México el fútbol no se ve… se vive, se respira, se celebra.Además, se han preparado festivales paralelos, ferias culturales, exposiciones artísticas, presentaciones musicales y eventos comunitarios para que los visitantes puedan llevarse una probadita de lo que significa ser parte de esta tierra maravillosa.

Tecnología mexicana al servicio del mundo

Como empresario y director de una empresa de innovación tecnológica, me emociona saber que muchas soluciones desarrolladas en México serán utilizadas durante la Copa del Mundo. Desde sistemas de monitoreo en tiempo real, inteligencia artificial aplicada a la seguridad, soluciones de conectividad masiva, hasta alertas inteligentes, asistentes digitales, análisis de tráfico y plataformas de gestión turística.México está demostrando que no solo es sede, sino protagonista tecnológico del futuro.

Empresas mexicanas están colaborando con autoridades, con FIFA y con comités organizadores para ofrecer soluciones hechas por mexicanos para el mundo. Estamos construyendo un Mundial con alma, pero también con inteligencia y visión.

El impacto económico y social será histórico

Las proyecciones de impacto económico son claras: la Copa del Mundo 2026 generará miles de empleos directos e indirectos, incentivará el turismo nacional e internacional, fortalecerá la economía local, elevará el consumo, y posicionará a México como uno de los destinos clave para el futuro del deporte y el entretenimiento mundial.

Pero más allá del dinero, está el impacto social: este evento inspirará a millones de niñas, niños y jóvenes. Será una oportunidad para fortalecer valores, para apostar por el deporte como medio de transformación social, para renovar espacios públicos, y para que las futuras generaciones vean que en México sí se puede soñar en grande y hacer realidad esos sueños.

Un mensaje personal

He recorrido muchas ciudades, hablado con líderes de diferentes sectores, participado en múltiples proyectos tecnológicos y sociales, y puedo decir con seguridad que México está en su mejor momento para recibir al mundo. La Copa del Mundo no solo será un evento de un mes. Será el inicio de una nueva etapa para nuestro país: una etapa de proyección internacional, de fortalecimiento de nuestra identidad, de unión social, de progreso compartido.A todos los que nos visitarán en 2026: los esperamos con los brazos abiertos, con nuestra bandera en alto, con nuestra historia viva… y con el corazón latiendo al ritmo del fútbol.

Porque aquí, en México, el fútbol se celebra como se celebra la vida: con pasión, con entrega, con alegría, y con mucho, mucho orgullo.

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