“PORQUE QUIERO SER MAGISTRADO”

JUAN CARLOS LOPEZ GONZALEZ
JUSTICIA Y EQUIDAD
Por Redacción QP
El deseo de convertirme en Magistrado se ha ido gestando a lo largo de mis años de estudio y experiencia en el campo del derecho. La figura del Magistrado, como garante de la justicia y la equidad, me inspira profundamente.
La responsabilidad de interpretar y aplicar la ley de manera justa y objetiva, protegiendo los derechos fundamentales de todas las per-sonas, es una vocación que considero esencial para la construcción de una sociedad mas equitativa y justa.
Desde muy joven, he sentido una fuerte inclinación hacia la justicia y la equidad. Este compromiso se ha visto reforzado por mis estudios de derecho, donde he aprendido sobre las desigualdades y las injusticias que aún persisten en nuestra sociedad. Mi deseo de convertirme en Magistrado nace de la convicción de que, a través de la judicatura, puedo contribuir a corregir estas desigualdades y garantizar que todos los individuos reciban un trato justo y equitativo.

Mi pasión por el derecho no solo se limita a la teoría, sino que también se extiende a la práctica y la aplicación de la ley. A lo largo de mi formación académica, he desarrollado un profundo interés por la interpretación de las normas jurídicas y por cómo estas pueden influir en la vida de las personas. Ser Magistrado me permitiría estar en la primera línea de esta interpretación, asegurando que la ley se aplique de manera justa y equitativa.
Uno de los aspectos más importantes del rol de un Magistrado es la imparcialidad. Un Magistrado debe ser capaz de escuchar todas las partes de un caso sin prejuicios ni favo-ritismos, basando sus decisiones únicamente en los hechos presentados y en la ley apli-cable. Esta imparcialidad es esencial para garantizar la justicia y mantener la confianza pública en el sistema judicial. Creo completamente en mi capacidad para mantener la objetividad y la imparcialidad me permitirá desempeñar este rol de manera efectiva.
Como Magistrado, tengo la responsabilidad de proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas. Esto incluye garantizar que cada individuo reciba un juicio justo y equitativo, y que sus derechos sean respetados en todo momento. Mi compromiso con la defensa de los derechos humanos es una motivación central para seguir esta carrera. Aspiro a ser una figura que defienda la dignidad y los derechos de todos, sin importar su origen o estatus.




El papel del Magistrado no se limita a la sala de audiencias; también implica un compromiso con la comunidad. Un Magistrado puede influir positivamente en la sociedad a través de decisiones justas y bien funda-mentadas, promoviendo el respeto por la ley y contribuyendo a la resolución pacífica de disputas. Este aspecto del trabajo judicial, la capacidad de hacer una diferencia tangible en la vida de las personas y en la cohesión social, es extremadamente motivador para mi.
Un Magistrado debe garantizar que todas las personas tengan acceso a la justicia. Esto significa que, independientemente de su situación económica, social o cultural, todos los individuos deben tener la oportunidad de ser escuchados y de defender sus derechos en un tribunal. Este compromiso con la accesibilidad y la inclusividad es vital para mantener la legitimidad del sistema judicial.
Otra función crucial de un Magistrado es el manejo y la resolución de conflictos. Un Magistrado debe ser capaz de analizar los hechos de un caso, aplicar la ley de manera justa y tomar decisiones que resuelvan las disputas de manera equitativa. Este proceso no solo ayuda a resolver problemas individuales, sino que también contribuye a la paz social al proporcionar un medio pacífico para resolver diferencias.
Aunque los Magistrados no crean leyes, sus decisiones pueden tener un impacto significativo en la interpretación y la aplicación de las leyes existentes. A través de sus fallos, los Magistrados pueden influir en la legislación y las políticas públicas, promoviendo cambios que reflejen los valores de justicia y equidad.




Este aspecto del rol judicial es especialmente relevante en contextos de cambio social y en la lucha por los derechos humanos.
Mi deseo de convertirme en Magistrado está profundamente arraigado en mi pasión por la ley, mi compromiso con la justicia y mi dedicación a la integridad y la ética. Ser Magistrado me permitiría no solo aplicar y interpretar las leyes, sino también proteger los derechos humanos y contribuir significativamente a la comunidad. Creo firmemente que, a través de este rol, puedo ayudar a construir una sociedad más justa y equitativa, donde cada individuo tenga acceso a la justicia y sus derechos sean respetados. Este compromiso con la justicia y la equidad es lo que me motiva a seguir esta noble vocación y a dedicarme plenamente a servir como Magistrado. La oportunidad de influir positivamente en la vida de las personas y de contribuir a una sociedad más justa es una responsabilidad que estoy dispuesto a asumir con dedicación y entusiasmo.
EXPERIENCIA EN EL CAMPO DEL DERECHO
El que suscribe Juan Carlos López González, tengo una formación académica en el área de las ciencias socia-les, especificamente en la carrera de Derecho, mi formación académica concluyo con el nivel de Posgrado en la maestría en derecho constitucional y amparo. Mi trayectoria profesional inicio en el año de 1995, desempeñándome como pasante en derecho en el área familiar, civil y mercantil, llevando a cabo diversas actividades inherentes a la tramitación de procedimientos.
Posteriormente obtuve cedula profesional número 3906196, expedida a mi favor por la dirección general de profesiones, y a partir de ese momento me desempeñé como profesional independiente litigando en diversos procedimientos en materia familiar, civil, mercantil, fiscal y administrativo.

En el año 2000 ingrese a laborar al TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO, desempeñándome como Secretario Proyectista del Juzgado cuadragésimo segundo de lo civil.
En el año 2001, me desempeñe como abogado pos-tulante, así como asesor en gobierno central del distrito federal, hoy ciudad de México, asesor en dos legislaturas en la asamblea legislativa del distrito federal.
En el año 2014, reingreso al TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO, como secretario de acuerdos en materia familiar, adscrito al juzgado décimo octavo y cuarto familiar, así como secretario proyectista en la primera sala familiar.
En el año 2018 fui designado como JUEZ INTERINO DEL JUZGADO VIGESIMO SEXTO DE LO CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
En el año 2020 fui designado como JUEZ INTERINO DEL JUZGADO CUADRAGESIMO CUARTO DE LO CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO.
En el año 2021 fui designado como JUEZ INTERINO NO DEL JUZGADO CUADRAGESIMO NOVENO DE LO CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO.
En el año 2022 fui designado como JUEZ INTERINO DEL JUZGADO TRIGESIMO CUARTO DE LO CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO.
En el año 2023 fui designado como JUEZ INTERINO DEL JUZGADO VIGESIMO TERCERO DE LO CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO.
En el año 2024 fui designado como JUEZ INTERINO DEL JUZGADO SEXAGESIMO CUARTO DE LO CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE MEXICO, este último hasta la fecha es el lugar donde desempeño mis labores.
LIC. JUAN CARLOS LÓPEZ GONZÁLEZ
JUSTICIA Y EQUIDAD