El Quehacer Político en los deportes del arco a la tribuna a través de la opinión///Alberto Del Arco Méndez///Fernando Valenzuela y su legado al deporte latino

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Por Alberto Del Arco Méndez

Analista Deportivo

El mundo del deporte latinoamericano ha perdido a una de sus figuras más emblemáticas con el fallecimiento de Fernando Valenzuela, el icónico lanzador de béisbol mexicano. Conocido por su impresionante carrera en las Grandes Ligas, particularmente con los Dodgers de Los Ángeles.

Valenzuela dejó una huella imborrable en la historia del béisbol y del deporte en general. No solo fue un héroe en el campo de juego, sino también un embajador del béisbol en toda América Latina. Surgido de uno de los pueblos mas humildes de la República Mexicna, impactó al mundo entero con sus porezas deportivas.

Fernando “El Toro” Valenzuela nació el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila, un pequeño pueblo en el estado de Sonora, México. Su humilde origen no limitó su ambición y talento para el béisbol. Desde temprana edad, Valenzuela mostró habilidades excepcionales en el montículo, destacándose como un lanzador zurdo con una mezcla única de control y potencia.

Su gran salto al estrellato ocurrió cuando los Dodgers de Los Ángeles lo firmaron en 1979. A pesar de ser relativamente desconocido al principio, su llegada a las Grandes Ligas en 1981 fue explosiva. Valenzuela cautivó a la afición con su estilo de juego único, que incluía una entrega de lanzamiento peculiar que mantenía a los bateadores fuera de balance. Ese mismo año, protagonizó una de las temporadas más impresionantes para un novato en la historia de las Grandes Ligas, ganando el prestigioso premio al Novato del Año y el “Cy Young” en la Liga Nacional. Fue la primera vez que un jugador lograba ambas distinciones en la misma temporada, un logro que sería solo el comienzo de su impacto en el deporte.

Lo que realmente distinguió a Fernando Valenzuela no fue solo su éxito en el campo, sino el fenómeno cultural que desató. La “Fernandomanía” se apoderó no solo de Los Ángeles, sino de todo Estados Unidos y América Latina. En una época en la que pocos jugadores latinos tenían protagonismo en las Grandes Ligas, Valenzuela se convirtió en un símbolo de orgullo para la comunidad latina, particularmente para los mexicoestadounidenses.

La popularidad de Valenzuela rompió barreras. Los estadios se llenaban cada vez que subía al montículo, y los fanáticos mexicanos y latinos se sintieron representados en el deporte de una manera que antes no habían experimentado. La “Fernandomanía” no era solo un fenómeno deportivo, sino un movimiento cultural que unió a comunidades latinas en torno a la figura de un joven de Sonora que había conquistado el escenario más grande del béisbol.

Tal vez el momento mas memorable de la carrera de Fernando Valenzuela fue ganó su primer partido de Serie Mundial el 23 de octubre de 1981, cuando los Dodgers de Los Ángeles enfrentaron a los Yankees de Nueva York en el Juego 3 de la Serie Mundial, encontrándose la serie dos juegos a cero a favor de los “Mulos de Manhattan” quienes eran amplios favoritos para ganar la serie.

Con la serie cuesta arriba, era fundamental detener la inercia de los Yankees, era un juego crucial para mantener vivas las esperanzas de los Angelinos. En ese partido, Valenzuela lanzó un juego completo, permitiendo 9 hits, 4 carreras y 7 bases por bolas, pero logrando mantener a los Yankees controlados lo suficiente para que los Dodgers ganaran 5-4.

Aunque no fue su salida más dominante, Valenzuela mostró una gran habilidad para manejar la presión y mantenerse en el partido, pese a que los Yankees intentaron remontar varias veces. Su determinación fue clave para que los Dodgers lograran esa victoria, y fue un momento crucial para que Los Ángeles finalmente ganara la Serie Mundial en seis juegos, rompiendo una sequía de títulos que duraba desde 1965.

Esa actuación no solo solidificó el lugar de Valenzuela como un héroe en Los Ángeles, sino que también marcó uno de los momentos más importantes de su carrera y en la historia del béisbol mexicano. Aun sigue fresca en la memoria aquella novena entrada en la que enfrentaba a parte medular del orden al bat: Manfield, Winfield y Piniella, los tres cañoneros mas poderosos de la novena neoyorkina, con la inolvidable narración de Jorge “Sonny” Alarcón y Pedro“El Mago” Septien.

Dominó a Manfield con un roletazo que fue facilmente controlado por el segunda base Dave Lopes, el segundo enfrentamiento significó un auténtico “David contra Goliat” ya que tuvo que enfrentar al gigante millonario, jonronero y estrella de la temporada Dave Winfield, a quién dominó ensólo 4 lanzamientos con un elevado al jardín central.

El último enfrentamiento fue el que resultó mas electrizante, tuvo que enfrentar al experimentado Lou Piniella, con los nervios de punta los aficionados que abarrotaron el Dodger Stadium, vieron como con una cuenta de 2 – 2 y 2 Fernando cerraba con un espectacular ponche en el quinto lanzamiento para provocar el estallido del estadio, que no se cansaba de ovacionar al Toro, quién requirió de 149 lanzamientos para ganar el partido y precisamente el 149 fue para ponchar al caurto bat de los bombarderos del Bronx, ¿que tal?

El impacto de Valenzuela en la cultura latina en los Estados Unidos fue inmenso. En una época marcada por la lucha por los derechos civiles y la igualdad, Valenzuela se convirtió en una figura de orgullo y esperanza. Su éxito mostró que los latinos podían triunfar en un deporte que históricamente había estado dominado por jugadores estadounidenses y caucásicos. Más allá de su nacionalidad, Valenzuela representaba la superación, el trabajo duro y la excelencia, y fue un ejemplo inspirador para generaciones de jóvenes deportistas latinoamericanos.

El legado de Fernando Valenzuela va más allá de su impacto en los Dodgers o en las Grandes Ligas. Su éxito abrió las puertas para muchos otros jugadores latinoamericanos que aspiraban a tener una carrera en el béisbol profesional. Antes de su llegada, los jugadores latinos enfrentaban dificultades para ser reconocidos y respetados en las Grandes Ligas. Valenzuela ayudó a cambiar esa percepción.

Durante la década de los 80, tras su irrupción, muchos equipos comenzaron a poner más atención en el talento proveniente de América Latina. No solo se fijaron en México, sino también en países como República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico. Fernando Valenzuela se convirtió en un pionero, un embajador del béisbol latinoamericano en el más alto nivel. Su éxito demostró que los jugadores latinos no solo podían competir, sino también sobresalir en las Grandes Ligas.

Además, El Toro fue clave en la creación de academias de béisbol y en el impulso de programas de desarrollo para jóvenes talentos en México y otros países de América Latina. A través de su trabajo y su legado, muchos jóvenes encontraron inspiración y apoyo para perseguir sus sueños de convertirse en jugadores profesionales. El béisbol latinoamericano le debe mucho a Valenzuela por haber sido una figura que ayudó a elevar el perfil del deporte en la región y en todo el mundo.

El fallecimiento de Fernando Valenzuela deja un vacío profundo en el mundo del béisbol, pero su legado sigue vivo en cada jugador latinoamericano que llega a las Grandes Ligas. Valenzuela no solo fue un gran lanzador, sino una inspiración para millones de personas. Su influencia va más allá de los números y los trofeos; fue un hombre que cambió la percepción de lo que un latinoamericano podía lograr en el deporte y en la vida.

Fernando Valenzuela dejó un legado imborrable, y su contribución al béisbol y al deporte latinoamericano seguirá siendo recordada por generaciones. Su carrera es testimonio de lo que se puede lograr con talento, dedicación y el orgullo de representar a toda una región. La “Fernandomanía” puede haber comenzado como una fiebre temporal, pero la huella de Fernando Valenzuela en el deporte y en la cultura latina será eterna.

Nos despedimos con las palabras del “Mago” Septien una vez concluído aquel tercer partido de la serie mundial de 1981: “Bravo por ti Fernando, eres en el beisbol oro, mezquita, basilica y cactus, suena esto a mariachi, a jarabes, a copal y a ceras, eres un jugador que tienes el pincel en la mano y la luz en el alma

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