El Quehacer Político en el punto de vista///Dra Blanca Estela Castañeda Gallardo///LA EFECTIVIDAD DE LOS ACUERDOS REPARATORIOS EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO EN MÉXICO
Por Dra Balcazar Estela Castañeda Gallardo
Analista
La implementación del sistema penal acusatorio en México, con su énfasis en la oralidad, la inmediatez y la continuidad, ha significado una transformación radical en la administración de justicia penal para nuestro país. Dentro de este marco, los acuerdos reparatorios emergen como una herramienta de justicia restaurativa cuyo objetivo es alcanzar una solución consensuada entre la víctima y el imputado, enfocándose en la reparación del daño y evitando el proceso judicial tradicional. Este artículo explora la efectividad de los acuerdos reparatorios en el contexto del sistema penal acusatorio mexicano, evaluando su impacto en la resolución de conflictos, la satisfacción de las víctimas y la despresurización del sistema judicial.
¿Qué son los Acuerdos Reparatorios?
Se acuerdo con el artículo 186 del Código Nacional de Procedimientos Penales para el Distrito Federal : Los acuerdos reparatorios son aquéllos celebrados entre la víctima u ofendido y el imputado que, una vez aprobados por el Ministerio Público o el Juez de control y cumplidos en sus términos, tienen como efecto la extinción de la acción penal.
Por ello se señala que los acuerdos reparatorios son procedimientos alternativos de solución de controversias que buscan resolver conflictos penales de manera extrajudicial, permitiendo al imputado y a la víctima llegar a un acuerdo para reparar el daño causado por el delito. Estos acuerdos pueden incluir compensaciones económicas, restituciones, servicios a la comunidad, entre otras formas de reparación.
Su fundamento legal lo encontraos en el Capitulo II Acuerdos Reparatorios código Nacional de Procedimientos Penales, artículos 196,187, 188,189 y 190.
La efectividad de los acuerdos reparatorios en la resolución de conflictos se sustenta en su capacidad para ofrecer soluciones personalizadas que atienden las necesidades específicas de las víctimas, promoviendo así una justicia más empática y restaurativa. Al enfocarse en la reparación del daño más que en el castigo del delincuente, estos acuerdos fomentan el entendimiento mutuo y pueden contribuir a la reducción de la reincidencia.
El Impacto en la Satisfacción de las Víctimas se observado en diversos estudios que los acuerdos reparatorios generan un alto grado de satisfacción entre las víctimas, principalmente porque les otorgan un papel activo en el proceso de justicia y porque el resultado suele ser más rápido y personalizado en comparación con los juicios tradicionales. Este sentido de participación y justicia directa es fundamental para la recuperación emocional de las víctimas.
Otra dimensión de la efectividad de los acuerdos reparatorios se observa en su capacidad para aliviar la carga de trabajo en el sistema judicial. Al resolver conflictos fuera de los tribunales, se reducen los tiempos de procesamiento y se libera espacio para aquellos casos que requieren juicio. Esto no solo optimiza recursos, sino que también contribuye a una administración de justicia más ágil y eficiente. Por ello se puede señalar que existe una Despresurización del Sistema Judicial con la aplicación de este mecanismo.
A pesar de sus beneficios, la implementación de los acuerdos reparatorios enfrenta desafíos, como la necesidad de garantizar la voluntariedad y el equilibrio entre las partes, evitar la revictimización y asegurar la calidad y justicia de los acuerdos. La capacitación continua de los operadores del sistema de justicia y la sensibilización sobre los principios de la justicia restaurativa son esenciales para superar estos obstáculos.
Los acuerdos reparatorios en el sistema penal acusatorio mexicano han demostrado ser una herramienta efectiva para la resolución de conflictos, la satisfacción de las víctimas y la despresurización del sistema judicial. Su enfoque en la reparación del daño y la justicia restaurativa ofrece una alternativa valiosa a la justicia penal tradicional. No obstante, es fundamental abordar los desafíos existentes para maximizar su potencial y asegurar que su implementación se realice de manera justa y efectiva, contribuyendo así a una sociedad más armónica y justa.