Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), mis sentencias “no tienen color ni partido”.
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Por Redacción QP
Reyes Rodríguez resaltó que “las sentencias hablan por mí” y que cualquier señalamiento como magistrado debe hacerse con sentencia en mano
El magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, quien renunció a la Presidencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), defendió su imparcialidad al asegurar que sus votaciones “no tienen color ni partido”.
En un texto describió que el principio de imparcialidad adquiere una relevancia singular en la justicia electoral, por ser garante de los derechos político-electorales de la ciudadanía y resolver diferencias de índole política.
La justicia electoral responde así al poder de la razón y no a las razones del poder”, defendió.
Rodríguez Mondragón expuso que la imparcialidad judicial es vocación y compromiso asumidos como jueces y juezas constitucionales para desempeñar el cargo.
En su caso, resumió, tiene más de dos décadas como servidor público, por lo que su imparcialidad, objetividad e independencia, como magistrado electoral, se respaldan en la evidencia empírica en su función en el Tribunal Electoral.
Mis votaciones no tienen color ni partido. Mi constante, como juez constitucional, ha sido el ejercicio de la función jurisdiccional con imparcialidad, objetividad y estricto apego a Derecho, así como al margen de toda fuerza política y de toda autoridad, excepto la del Derecho”, sostuvo.
Reyes Rodríguez resaltó que “las sentencias hablan por mí” y que cualquier señalamiento como magistrado debe hacerse con sentencia en mano.
Recordó que al votar proyectos de sentencia que favorecen al PAN o a Morena él votó a favor en 9 de cada 10 casos.
Mis decisiones no tienen colores, su única brújula es la Constitución y las leyes electorales.”
Concluyó así que seguirá firme en su convicción y función jurisdiccional en el Tribunal Electoral, para preservar la integridad jurisdiccional, imparcialidad, objetividad e independencia judicial.
