Caravana migrante avanza pese a la advertencia de EU

Por Carolina Alonso Romei

Internacionalista

Luego de más de siete horas caminando desde Ciudad Hidalgo, la caravana llegó a Tapachula, Chiapas.

Ayer, Trump aseguró que su Gobierno está haciendo ”todos los esfuerzos posibles”para evitar que “la avalancha de extranjeros ilegales” cruce la frontera con México, y les advirtió que, de llegar, Estados Unidos no aceptará su entrada.

“Las caravanas son una desgracia para el Partido Demócrata. ¡Cambien las leyes de inmigración AHORA!”, agregó el mandatario estadounidense en Twitter.

“Para nosotros este piso, esta ciudad es la gloria. Para usted puede ser algo feo, pero nosotros estamos felices”, dijo Brandon Ruíz, un agricultor que huye de la amenaza de las maras, mientras extendía una bolsa en el suelo para acostarse en un jardín de Tapachula.

Muchos migrantes prefirieron permanecer en las calles antes que en los albergues implementados por el Gobierno estatal, por temor de ser detenidos por las autoridades migratorias, expresaron.

Unas 370 personas que recibieron permisos migratorios arribaron a uno de los principales albergues de Tapachula el sábado, dijo Ángel Ordóñez, funcionario estatal de Derechos Humanos.

Un grupo cada vez más reducido permanecía varado en el puente internacional fronterizo esperando ingresar legalmente a México, aunque el acceso era a cuentagotas, dando prioridad a mujeres y niños.

En el lugar había poco más de 500 migrantes, en comparación con los miles que llegaron el viernes.

“Mejor me voy en balsa y llegarle a la caravana. Yo creo que lo que quieren (las autoridades mexicanas) es que nos volvamos para atrás”, dijo un hombre con marcas del sol.

El Unicef pide proteger a los niños en tránsito

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) exhortó a los países de Latinoamérica a que brinden protección y atención inmediata y prioritaria a los niños que viajan en caravana como migrantes hacia Estados Unidos.

“Los Estados de origen, tránsito y acogida deben dar respuesta a los miles de niños, niñas y adolescentes que huyen de la pobreza, la violencia o la falta de acceso a educación o servicios básicos como la salud”, afirmó María Cristina Perceval, directora regional del Unicef para América Latina.

“Sin excepción, sean hondureños, guatemaltecos, salvadoreños, venezolanos o independientemente de su nacionalidad, los Estados deben garantizar el bienestar físico y emocional de todo niño y toda niña migrante, y asegurar su permanencia junto a sus familias, en condiciones de seguridad y dignidad”, apuntó.

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