La Arquidiócesis de México añadió que esas medidas de nada servirán “si como pueblo no logramos entender que estamos viviendo una situación excepcional que requiere de un esfuerzo heroico para superar esa histórica crisis”.

Puntualizó que “el arraigo de las fiestas religiosas no es una excusa para reunirnos de forma masiva, pues está de por medio nuestra vida y la de muchas otras personas”.

Por lo que pidió celebrar y conmemorar esas ocasiones “sin la necesidad de realizar aglomeraciones”.

Destacó que este año, el Día de Muertos o conmemoración de los Fieles Difuntos, como la llama la Iglesia Católica, tiene “una especial relevancia por celebrarse en medio de una pandemia” que ha dejado un millón 190 mil personas fallecidas en el mundo, y cuyas familias han experimentado “el dolor de una apresurada y dolorosa partida”.

Recordó que la Iglesia en México no solo ha sufrido la muerte de sacerdotes, religiosas y religiosos, y muchos fieles laicos, sino que ha sabido ser familia en el acompañamiento a los miembros que sufren la pérdida de un ser querido en estas lamentables circunstancias.

Oración por los Fieles Difuntos

La Arquidiócesis recordó que también ha hecho un llamado a los fieles laicos para que, desde sus hogares, se unan espiritualmente en oración por los difuntos.

Incluso pidió a los párrocos transmitir las ceremonias religiosas de este 2 de noviembre a través de medios digitales, que serán ofrecidas por el eterno descanso de las personas fallecidas, y cuidar que no exista concentración en las criptas de las iglesias.

Este sábado, la Conferencia del Episcopado Mexicano llamó a los obispos de todo el país a que el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, en todas las diócesis de México se recuerde especialmente en sus oraciones y misas a las víctimas de la pandemia.

Con información de EFE