“No es música tocada, es energía… inventé un género musical basado en la meditación dinámica de OSHO; en el piano lo que se hace es perderse y en el escenario, todos los artistas que a veces están preocupados por la técnica, no transmiten, porque están más preocupados en el qué van a decir de la nota, hay que perderse en la música, ser la música”, detalló la intérprete en un video.
Amargo generalmente se presenta en espacios públicos y se hace promoción principalmente en redes sociales, por lo que desde el inicio de su carrera ha generado controversia en torno a sus espectáculos que además incluyen un toque de representación dramática.
Recientemente, mientras tocaba en las calles de San Miguel de Allende, reunió a un grupo de gente a su alrededor, por lo que, atendiendo a las medidas de sanidad, una autoridad municipal le pidió que se retirara. El hecho fue mencionado ya que no es la primera vez que su show no es tolerado.
En enero de este año fue detenida violentamente por las autoridades de Guadalajara acusándola de “alterar el orden”. Poco después ella emitió una convocatoria para que los artistas urbanos exijan respeto.
Su personalidad irreverente ha sido también criticada por personas que consideran “es exagerada y falsa” o “no tiene talento”. Incluso tras el incidente en Guadalajara se abrió una petición para recaudar firmas entre la población, que llevaba como título: “Que Flor Amargo se vaya”.
“La cantante callejera Flor Amargo, fue detenida en Guadalajara al creer los heroicos policías que padecía de sus facultades mentales. Tras un escándalo quisiéramos hacer entender que no todos disfrutamos de su música cuando caminamos tranquilos por las calles o viajando en el metro”, argumentaba la convocatoria.
Otros, sin embargo, se han mostrado a su favor y defienden que su particular talento no es comprendido por todos.
