Dobleces///Israel Mendoza Pérez///El poderoso clan de la 4-T

Al quedar descubierto el monopolio de la familia Alcalde Luján, en diferentes áreas de la administración federal de la cuatroté, se entiende que se trata de una de las dinastías poderosas y consentidas del presidente Andrés Manuel López Obrador. En este caso, Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena, es el factor clave para entender este proceso de empoderamiento de su clan.

Su fuerza actual estriba en su pasado y cercanía con el Presidente. Cuando Bertha Luján fue contralora del GDF se encargó de avisarle al entonces Jefe de Gobierno que empresas vinculadas al entonces benefactor del PRD, Carlos Ahumada habían cobrado por obras contratadas en la delegación Gustavo A. Madero que no se llevaron a cabo. El gobierno de la capital lo denunció ante la PGJDF, el monto defraudado fueron 31 millones de pesos. El empresario argentino se desquitó con los videoescándalos de 2004.
Desde entonces Andrés Manuel López Obrador encuentra en “deuda moral” con Luján Uranga y ahora con su descendencia. Sin embargo, esta familia sui géneris se supo colocar desde hace un par de décadas dentro de administraciones panistas y priístas. Ambas, a ojos del Presidente plagadas de corrupción.

La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, aclaró a través de su cuenta de twitter el desempeño y lugar de cada una de sus parientes dentro de la administración de la cuatroté; sin embargo, su pasado indica que fueron exfuncionarias de mayor o menor rango de gobiernos antagónicos al actual.

Luisa María escribió que “Karina Luján tiene más de 20 años trabajando en gobierno, para administraciones anteriores, habiendo trabajando en la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, en la antigua Secretaría de Desarrollo Social”. Situación que la ubica como exfuncionaria del periodo neoliberal, pues la secretaría cambió de nombre en 2018 con la llegada de la 4-T. Así que durante dos décadas sirvió al prian. Hecho que no es ilegal, pero sí inmoral.

Tania Tiscareño comenzó a trabajar en el DIF desde 2010. Justo en el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa y quien presidía el DIF a nivel nacional era Margarita Zavala Gómez del Campo. Durante la administración anterior laboró en la Secretaría de Desarrollo Agrario y Territorial —en el sexenio peñista en la secretaría que estuvo a cargo de Jorge Carlos Ramírez Marín, Jesús Murillo Karam y al final con Rosario Robles Berlanga. Trabajó con ellos y nunca denunció alguna irregularidad, sería su deber, si su convicción estuviera con la transformación del país. Pero no hay registro de ello.

El viernes 22 cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue cuestionado en la mañanera sobre el tema y al escuchar el nombre de Bertha Alcalde quien trabaja en la Secretaría de Seguridad Pública en el equipo del Secretario Alfonso Durazo, señaló: “ya está tomando nota la secretaria de la Función Pública, seguramente ella va a hacer la investigación, ahora sí que de oficio, si existiera nepotismo, porque no se permite y, en efecto, la ley de austeridad lo prohíbe”.

Con estos antecedentes, en la actual administración, la primera familia poderosa de la 4-T, visible, vive del erario y se vuelve mercenaria del poder ya que no importa el color del gobierno que llegue… A final de cuentas adoptó aquel viejo aforismo político: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.