VISIÓN DE CAMBIO///DAVID RAZO///TIEMPOS DIFÍCILES, DECISIONES CONTUNDENTES
COLUMNA: VISIÓN DE CAMBIO
Por: Lic. David Razo | Empresario
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TIEMPOS DIFÍCILES, DECISIONES CONTUNDENTES
El presidente López Obrador parece que después de la enorme presión social y empresarial para que su gobierno genere un plan de acción económica que minimice el impacto que ha provocado el COVID19, no sólo en la salud pública, sino en el desarrollo nacional, ayer domingo anunció desde Palacio Nacional su plan para reactivar la economía, que se sustenta en el Plan Nacional de Desarrollo que aplicado durante su gestión.
Pidió corresponsabilidad y apoyo, además expresó enfáticamente que “en esta crisis transitoria a cada quien le toca hacer su parte”, frente a la pandemia. Cabe resaltar que este acto público, por cierto muy esperado por su relevancia, no estuvo presente su gabinete, invitados especiales o la presencia de su esposa, la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller. El presidente dio ejemplo de “su sana distancia”.
López Obrador dejó en claro que aplicará con más rigor la austeridad republicana en su gobierno, que bajará los sueldos de los altos funcionarios públicos y se quitarán los aguinaldos desde subdirectores hasta el del presidente de la república.
“Se ahorrará en compras de proveedores y costos de las obras públicas con empresas consultoras y de servicios”, enfatizó el presidente Obrador para buscar que las estrategias económicas del gobierno reduzcan el gasto de publicidad, partida de viáticos y gastos de operación.
Con respecto a la depreciación del peso frente al dólar, se vio un ligero cambio en el discurso presidencial, en donde el mandatario federal enfatizó que su gobierno hará “hasta lo imposible” para no incrementar la deuda pública, muy a pesar, que con anterioridad el presidente López Obrador descartaba esa posibilidad.
En el ámbito laboral, que es una de sus políticas más emblemáticas, el mandatario federal reiteró que “no habrá despido de trabajadores al servicio del estado en ningún nivel”, no mencionó nada del sector privado, en donde hay una escalada de despidos de manera muy discreta.
A continuación les comparto los puntos clave de su plan que anunció ayer por la tarde:
-Se reducirá la carga fiscal de Pemex para que tenga un apoyo de 65 mil mdp.
-Seguirán los estímulos fiscales en gasolina en la frontera y no aumentarán los precios de los combustibles.
-No aumentarán los impuestos ni se crearán nuevos.
-Se cumplirá el compromiso de devolver el IVA con prontitud a contribuyentes como lo han solicitado los empresarios.
-El tiempo oficial de publicidad del gobierno se entregará a los medios de comunicación.
-La semana próxima se dará a conocer un plan de desarrollo en infraestructura por 339 mil millones de pesos.
-En nueve meses se crearán más de dos millones de nuevos empleos y no se pararán las obras del Aeropuerto de Santa Lucía y la Refinería de Dos Bocas.
-Se invertirán 25 mil millones de pesos adicionales para drenaje y mejoramiento de vivienda en 50 municipios marginados, con lo cual se crearán más de 200 mil empleos directos.
-Reducción en los sueldos de los altos funcionarios públicos y eliminación de los aguinaldos desde el cargo de subdirectores hasta el de presidente, para apoyar la contingencia económica por el coronavirus.
-Se reducirán gastos de publicidad y viáticos, además se ahorrarán más en compras a proveedores y se intensificará la enajenación de bienes.
-El ISSSTE ejercerá 35 mil millones de pesos para créditos personales de 20 mil a 56 mil pesos cada uno, para beneficiar a 670 mil trabajadores al servicio del Estado.
-Fovisste e Infonavit otorgarán 176 mil millones de pesos en créditos durante los próximos nueve meses para beneficiar a 442 mil 500 trabajadores.
Esperamos que estas medidas gubernamentales incentiven positivamente una economía nacional que no tenía visos de crecer, asimismo, que permita la reactivación laboral y empresarial que México necesita para lograr ser un país a la altura de sus retos y desafíos.
Finalmente, podemos concluir que este plan económico llega un poco tarde, pero más vale tarde que nunca, porque esta pandemia ha dejado hasta ahora 94 muertes y 2,143 casos positivos y es el desafío más grande al que se haya enfrentado el México contemporáneo y el presidente López Obrador.