En un área en la que el crimen, el trabajo en la construcción y la tala de árboles proporcionan algunas de las únicas fuentes de ingresos, Gómez González ofreció otra opción, asegurando ingresos a los agricultores comunales que son propietarios de la tierra donde se ubica la reserva natural de la monarca.

“Muchos de ustedes gracias a él tuvieron trabajo, pudieron tener más trabajo. El que vende comida allá en el santuario, el que vende recuerditos, el que anda con sus caballos para atender a los turistas y llevarlos al santuario”, dijo el padre Saul Saucedo en la homilía del funeral.

Podrían parecer trabajos con bajos salarios, pero es esa economía frágil la que evita que los pinos y abetos sean talados y preserva la maravillosa migración anual de las mariposas monarca desde Estados Unidos y Canadá.

“Esperamos que toda la gente que visita la reserva se sienta segura, porque lo que le pasó a él fue un accidente”

Es también la que alimenta a la familia del agricultor comunal Raúl García González.

“Cuando no hay trabajo aquí, busco cosas de jornalero”, comentó.

Al igual que muchos propietarios de tierras comunales, teme que la muerte del activista pudiera incrementar la de por sí mala reputación que la violencia de los cárteles del narcotráfico le ha dado al estado de Michoacán.

“Esperamos que toda la gente que visita la reserva se sienta segura, porque lo que le pasó a él fue un accidente”, señaló el agricultor.

Pero la muerte no estaba del todo clara. Los resultados de una autopsia revelaron que Gómez González se ahogó en el estanque tras salir de una fiesta el 13 de enero, pero también mostraron que tenía una herida en la cabeza.

A más de una persona le hubiera resultado más fácil su vida si Gómez González no hubiera estado presente.

“Luchó por su pueblo y eso es lo que me llena de orgullo. Muchas cosas que existen hoy en día se deben a esa lucha que llevó muchos años”

García recordó que, en 2019, el activista lideró a cientos de agricultores comunales en una manifestación realizada en la localidad aledaña de Angangueo para exigir que las autoridades del poblado pagaran por el agua que reciben de los manantiales de la montaña que nacen en sus propiedades.

Nunca obtuvieron una respuesta.

Si bien se le consideraba un hombre amigable y de gran corazón a quien le gustaba posar para fotografías rodeado por los enjambres de mariposas negras y anaranjadas que descansan en los árboles todos los inviernos, Gómez González era un líder y activista comunitario, una profesión peligrosa en México, donde decenas son asesinados cada año.

Su hijo, Homero Gómez Valencia, de 19 años, dijo que su padre podía organizar manifestaciones firmes y decididas, como cuando condujo a los agricultores a tomar el control del edificio del Congreso estatal en la ciudad de Morelia con el fin de exigir ayuda para el desarrollo.

“Luchó por su pueblo y eso es lo que me llena de orgullo”, señaló Gómez Valencia. “Muchas cosas que existen hoy en día se deben a esa lucha que llevó muchos años. Él pudo luchar contra miles de cosas”.

Uno de esos enemigos eran los taladores ilegales, que amenazaban con dejar huecos en el sitio donde están los árboles que las mariposas necesitan para sobrevivir al frío invernal. Persuadió a sus compañeros agricultores a reforestar la tierra donde habían sido talados.

De acuerdo con relatos locales, pudo reforestar alrededor de 150 hectáreas de tierra que había sido despejada.

“Nos enseñó a ser un pueblo unido”, comentó su hijo.

En México, eso puede ser algo peligroso de hacer. Global Witness, con sede en Londres, reportó 15 asesinatos de activistas ambientales en México en 2017 y 14 en 2018. En un informe emitido en octubre pasado, Amnistía Internacional dijo que 12 activistas fueron asesinados en los primeros nueve meses de 2019.

“Sí hay algo raro porque están acabando con los activistas, la gente que está haciendo algo por la sociedad”, dijo Amado Gómez, hermano de la víctima.

Unas cuantas horas después de que el cuerpo fue hallado el miércoles, los fiscales del estado de Michoacán dijeron que un reporte inicial indicaba que se había ahogado y no habían encontrado señales de traumatismos, pero en un comunicado emitido el jueves por la noche señalaron que resultados más detallados de la autopsia proporcionaron evidencia de una herida en la cabeza.

Las autoridades no dieron más información sobre la lesión y tampoco dijeron cómo podría haber sido infligida. Señalaron que la investigación seguía en curso, una insinuación de que el caso no está siendo considerado un accidente.

Los fiscales señalaron que el robo no parecía ser motivo de la muerte, dado que se encontraron casi 10 mil pesos en efectivo en su cuerpo.

Los asistentes al funeral, vestidos con ropa desgastada en medio de algunas velas y arreglos florales sencillos, destacaron la dura lucha que se vive en la zona de la reserva, afectada por la pobreza y la violencia de grupos criminales.

“Yo quisiera pedirles a las autoridades que hagan su trabajo y que a los activistas como mi hermano los protejan más, porque últimamente en México ha habido muchas muertes de activistas”, dijo Amado Gómez. “Con esta pérdida no sólo la familia perdimos un ser querido, el mundo entero, la mariposa monarca y los bosques pierden”.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló el jueves que la muerte era “lamentable y dolorosa”.

Con información de AP