El Último Out///Mario Ortiz Murillo///Último Out
Último out
Por Mario Ortiz Murillo
Las jugadas del beisbol político que dan cierre del 2019
Por: El guante de Mortiz, el mago de las paradas cortas
De pisa y corre.– Como en los mejores tiempos del echeverrismo, el equipo de zurdos-morenos, comandados por el jonronero tabasqueño pidió al astuto canciller ambidiestro y jefe de la política exterior, “el suavecito” Ebrard, aplicarse y tirar un juego sin errores a fin de otorgar a un símbolo y simpatizante de la causa Morenista, Evo Morales el asilo político. La misión de la cancillería se logró por blanqueada: se legitimó el recurso de refugio y posicionó al gobierno mexicano como país líder de la región latinoamericana. Así, como jugador extranjero y sin pretensiones de incomodar al anfitrión, el esforzado corredor boliviano, experto en el robo de bases… y elecciones tocó base en México con la idea de poner su cuartel general desde la capital azteca. Sin embargo, más tardaron los siempre furiosos diestros panistas en impugnar la invitación al mandatario indígena que en conseguir que éste decidiera cambiar el rumbo del juego hacia el cono sur; así entonces, éste prefirió esperar el momento del batazo largo que propinó Alberto Fernández a la derecha argentina para pegar hasta los confines del jardín izquierdo y aplicar el pisa y corre para salir por piernas rápidamente a un destino intermedio, Cuba, y de ahí emprender el retorno a la región sudamericana para reubicarse en Buenos Aires, su nuevo centro de operaciones. Estrategia genial del estoico boliviano, Morales engañó a propios y extraños con las señales de su juego: México no era el destino final del exilio, en realidad siempre fue la nación pampera. Al parecer exactamente cuándo se produjera el triunfo del peronismo y celebrar el derrumbe de Macri para operar políticamente el retorno a La Paz desde un país que comparte fronteras con Bolivia y así derrotar al régimen que de facto le arrebató la presidencia. Genial jugada ¿no?
La mañanera, la práctica de bateo del peje presidente.- El rito de reunir a la prensa nacional e internacional toda las mañanas en Palacio Nacional para escuchar el evangelio según San Andrés, ha resultado el instrumento más eficaz para poner la agenda en los temas que al mandatario le conviene. Como todos los días un grupo de “periodistas” militantes del régimen le lanzan bolas lentas y muy cómodas para el que héroe de Macuspana las reviente con su tolete y vuele la cerca. El tabasqueño que presume un porcentaje de bateo altísimo, que ya lo quisieran algunos presidentes en el mundo, todavía macanea y hace contacto, especialmente cuando los lanzamientos son tan amables y preparados ex profeso para el lucimiento del jefe del Estado mexicano. Así, el proyectil más violento que la prensa, etiquetada por AMLO como de “derecha” prepara y documenta para descalificarlo, termina debilitado cuando el mandamás de Palacio Nacional con el apoyo del poderoso equipo propagandístico, diseñado por el Goebbels del régimen el astuto Jesús Ramírez Cuevas, se aplica para generar la percepción que esa información filtrada es sólo un ataque de los adversarios. Todas las batea y las manda muy lejos al grado que no le dañan su reputación y credibilidad, en ese acto de fe, el presidente al micrófono es como Babe Ruth anunciado a qué jardín la volará: es el sultán del bat. Igual puede ser las acusaciones contra el embajador de Argentina por hurto bibliográfico, la profanación a la imagen de Emiliano Zapata, la caída en los niveles de crecimiento económico, la guerra sucia entre los contendientes a la presidencia de Morena, el escalamiento de la violencia y la inseguridad, todas, todas las batea como en sus buenos tiempos de jugador del beisbol en la UNAM.
Juego sin hit ni carrera en casa.- Y ya para cerrar este último inning, en las postrimerías de una cardiaca temporada 2019, la 4T, AMLO, Ebrard, el Gobierno de México y principalmente el subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade, lograron la hazaña de un juego sin hit ni carrera, es decir con el talento de un eficaz equipo de pitcheo concretaron la firma consensuada del espinoso y desigual tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá. El nuevo acuerdo signado y confirmado el Palacio Nacional del T-MEC ( del que por cierto todavía no conocemos del todo) dejó claro el poder de las bolas rápidas, rectas, sliders y hasta curvas que el variado menú de lanzamientos posee el equipo negociador mexicano, un roster de grandes ligas que se aplicó tirando las pelotas exactas y precisas para llegar a la zona de strike y debilitar a cada uno de los agresivos batazos enviados por los sindicatos, demócratas, laboristas y hasta xenófobos mexicanos. La tarea de los negociadores fue impecable, se logró la hazaña de cerrar el año con un acuerdo que benefició a los trabajadores estadounidenses, alcanzó la simpatía de Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, dejó terso acuerdo con el gobierno canadiense y por si fuera poco, todos los protagonistas del convenio consintieron aparecer como invitados especiales de la mañanera para el lucimiento del amo y señor del jefe máximo de la República Beisbolera.
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