En tanto, especificó el colegio de ingenieros, transformar la terminal militar de Santa Lucía en un aeropuerto civil tendría un costo inicial de 66 mil 678 millones de pesos (o 3 mil 466 millones de dólares), pero sin contar con proyectos ejecutivos.
Además, explica que el costo por metro cuadrado de la terminal sería de entre 15 mil y 20 mil pesos, por lo que un presupuesto “austero apegado a la realidad andaría alrededor de 217 mil 428 millones de pesos.
Una de las opciones es la creación de dos pistas en el Aeropuerto militar de Santa Lucía. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro.
Adicionalmente, habría que sumar el costo de crear accesos hasta Santa Lucía, que de acuerdo con el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) representaría un costo de 63 mil 310 millones de pesos.
Finalmente, habría que tomar en consideración el costo por cancelar los contratos del NAIM, que cuenta con un avance de alrededor de 32 por ciento.
NAIM A CONSULTA
El pasado 17 de agosto, el próximo titular de la SCT informó que el destino del NAIM se definirá en una consulta, en la que se preguntara si se continúa con la construcción en Texcoco o se crean dos pistas en el Aeropuerto militar de Santa Lucía.
Posteriormente, Jiménez Espriú informó que la consulta pública se llevará a cabo “el 28 de octubre, el último domingo de octubre”.
Durante su campaña, el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México afirmó que al arribar a la Presidencia, cancelaría el proyecto por considerar que era un dispendio de recursos. Sin embargo, luego de triunfar en las elecciones, moderó su discurso y planteó la opción de una consulta para determinar el futuro del proyecto.
En un video difundido el pasado 26 de agosto en sus redes sociales, López Obrador llamó a la población a informarse sobre los proyectos ya que “nos implica a todos, no sólo los que utilizan para transportarse en aviones, no sólo para los que vivimos en el centro de la República, es asunto de todos los mexicanos porque tiene que ver con el presupuesto nacional y el dinero es de todos, de campesinos, indígenas, de todas las regiones del país. Es presupuesto público, dinero del pueblo”.
El político tabasqueño indicó el proceso de debate que se ha abierto es para discutir ambas propuestas. Agregó que ya habló con los directivos de medios de información para que les den espacio dentro de las televisoras y periódicos para así “de manera abierta y sin censura todos podamos exponer nuestros puntos de vista”.
Aseguró que desde el Gobierno, que ahora el va representar “vamos a actuar con imparcialidad, no vamos nosotros a inclinar la balanza, porque si yo tomo una postura por lo que represento voy a influir. […] Tiene que ser una decisión no política sino una decisión técnica, una decisión de todos los mexicanos ”.
“Si hay información, entonces va haber participación”, insistió.
La continuación del proyecto se definirá en una consulta ciudadana. Foto: Saúl López, Cuartoscuro.
LAS DOS OPCIONES, LOS PROS Y CONTRAS
El pasado 18 de agosto, Jiménez Espriú detalló las dos opciones para definir lo que más convenga al interés nacional.
El futuro titular de la SCT apuntó:.
– Indicó como puntos a favor de seguir con la obra del NAIM: su cercanía con la Ciudad de México; un gran centro de operaciones internacionales; que el Gobierno ya cuenta con el terreno; que existe financiamiento para el 75 por ciento de la inversión; que tendrá mayor capacidad en el lejano plazo, y que ya hay un avance del 32 por ciento.
Los puntos en contra de esta opción son: que el costo de construcción de la obra ya creció, al pasar de 169 mil millones de pesos a 300 mil millones de 2014 a la fecha; el retraso de al menos cuatro años en la construcción; y un mayor riesgo al inicio de las operaciones, pues el Aeropuerto Benito Juárez tendría que cerrar inmediatamente.
– También detalló los puntos a favor de la construcción de dos pistas en Santa Lucía: que se conservarían los dos aeropuertos; que habría un menor tiempo para el arranque de las operaciones; un menor costo de mantenimiento y de inversión, la cual sería de 70 mil millones de pesos; y fortalecería el sistema aeroportuario.
– Los puntos en contra de esta segunda opción son: en su dictamen el MITRE indicó que la operación de dos aeropuertos no es viable, sin embargo se debe hacer un estudio profundo que podría llevar cinco meses. Detalló que los técnicos chilenos y mexicanos sostienen que sí es posible. Así como que las operaciones separadas generaría mayores costos para aerolineas y molestias a pasajeros; así como los costos de cancelación de la obra actual impactaría al presupuesto. El costo de la cancelación de la obra de Texcoco es de 100 mil millones de pesos, 60 mil por las obras ya realizadas y 40 mil por la firma de contratos de las obras no realizadas.
-Con información de EconomíaHoy y EFE.
