Cox sostuvo que las fuerzas conjuntas de policías y militares tuvieron una reacción “desproporcionada” ante la manifestación, que en los días precedentes ya tuvo heridos de bala entre quienes protestaban.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó el hecho a través de redes sociales, señalando que “las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales”.

A su vez, el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, difundió un video de los presuntos cuerpos de las víctimas, pidiendo ayuda para denunciar el hecho.

Por su parte, la Policía de Bolivia informó que sus elementos “fueron atacados con armamento letal y armas de fuego improvisadas”. Un oficial de las fuerzas conjuntas manifestó a cadenas de televisión que los manifestantes estaban utilizando “dinamita y armamento letal”.

El militar aseguró estar “alarmado”, pues se habían colectado municiones de fusiles mauser 165, armamento que ni la Policía ni las Fuerzas Armadas poseen.

Los manifestantes tienen, al parecer, como destino final La Paz, para apoyar marchas a favor de Evo Morales, quien el domingo renunció al poder y está asilado en México.

“Protestas subversivas”

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, denunció la presencia de grupos “subversivos armados” cuya intención es bloquear provisiones a las principales ciudades del país. “(Son) súbditos extranjeros y compatriotas de algunas regiones en conflicto”. Aseguró, además, que recurrirá a los mecanismos legales para pacificar a su país.

Con información de EFE