Armando Vega-Gil, el poeta
Armando Vega-Gil, el poeta
Por Redacción QP
Armando Vega-Gil, el poeta
Por Redacción QP
A lo largo de su obra literaria el también músico, quien cumpliría 64 años este 6 de julio, se caracterizó por utilizar figuras referentes a la muerte y el destino
El día 6 de julio Armando Vega Gil, escritor, músico, guionista y actor cumpliría 64 años de edad.
La madrugada del 1 de abril de este año, el artista decidió terminar con su vida. Como única explicación dejó una nota en su cuenta de Twitter en la que subrayó:
“No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal¨”.
No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal. #MeeToMusicosMexicanos pic.twitter.com/pEXVf6beFn
— Armando Vega Gil (@ArmandoVegaGil) April 1, 2019
El bajista del Grupo Botellita de Jerez publicó en 1988 su primer libro. Se trata del poemarioEntre sueños te veas. En una de sus reconocidas y atinadas búsquedas de lo insólito, el editor y escritor Víctor Roura lo encontró y publicó algunos fragmentos en su revista La digna metáfora.
https://www.instagram.com/p/BvVTPQnl67h/?utm_source=ig_web_copy_link
Aquí, uno de los poemas que parece presagiar el final de una fructífera existencia.
Ocios II
¡Qué hartez, caos,
qué hastío!
Que el destino juegue
a las canicas en mis muertas cuencas
tan vacías chicas pelas sin mis muertos,
las rodillas altas tensas
desolladas hasta el blando
blanco de mis huesos,
mis huesitos rebotando
hasta el tuétano cristal
de mis tacones.
Ay, qué vida ésta la mía
derrumbándose cual trompo en
lodazales sin salida despertar
muerto entre los vivos,
saltar solo entre una reata
que entreteje el viejo atajo hasta el abismo mismo
de mis manos.
He dejado ya la infancia en
en el archivo cruel de la inconstancia,
y a pesar de aquello de esto y de los otros,
el destino me hace trampas,
juega sucio a los volados:
él es el águila sin sol
merenguero que tragaste a carcajadas los chochitos,
los gaznates de mi amor.
Lo demás
no importa
(Jacas y palomas
no estoy
vivo
soy cadáver redimido.)