El fiscal general de Quintana Roo, Óscar Montes de Oca, informó que fueron detenidos cinco de los ocho responsables del secuestro de 27 personas que laboraban para un call center en la ciudad de Cancún, quienes se encuentran a salvo.

En conferencia de prensa, el funcionario relató que, como resultado de un operativo en el que participaron elementos de la Policía Ministerial y la Guardia Nacional, se ubicó el domicilio en donde se tenía a las víctimas amordazadas y vendadas, en dos habitaciones distintas, en la región 325 de esta ciudad.

En ese inmueble se aseguraron cinco armas largas y dos armas cortas, además de cargadores y cartuchos.

Montes de Oca relató que, conforme al avance de las investigaciones, se ha logrado establecer que este miércoles, ocho personas fuertemente armadas ingresaron a una casa habitación, habilitada como call center para venta de paquetes vacacionales, en el fraccionamiento Santa Fe.

Ahí, sacaron por la fuerza a 30 empleados. Tres de ellos fueron liberados -no detalló por qué- pero los otros 27 fueron llevados a otro domicilio en la Región 325.

Derivado de los trabajos de inteligencia, las autoridades ubicaron el inmueble donde las y los secuestrados fueron llevados y “ante el inminente peligro” en que se encontraban las víctimas, los ministeriales y la Guardia Nacional ejecutaron el rescate.

Las autoridades detuvieron a cinco plagiarios, tres de ellos en el interior del domicilio, y otros dos fueron capturados cuando intentaban huir por las azoteas.

Las víctimas fueron conducidas a la Fiscalía General, en donde fueron atendidas y ya se encontraron con sus familiares. Por lo pronto, las investigaciones continúan.

El fiscal señaló que se aseguraron dos inmuebles -la oficina del call center y el domicilio en donde ocurrió el rescate- dos vehículos y se puso a disposición a los cinco detenidos, uno de ellos de nacionalidad colombiana.

Sobre el móvil del secuestro, Montes de Oca reiteró que se fortalece la hipótesis de que se trata de una diferencia entre socios.

El fiscal habló de una “venganza” y aclaró que sí se trató de un secuestro, pues aunque no se pidió un rescate, sí hubo la intención de causar un daño a terceros.

“Es un secuestro, desde luego”, respondió. De acuerdo con el artículo 117, fracción III, establece que se configura el delito de secuestro cuando se tiene como fin causar perjuicio o daño al secuestrado o a una persona distinta a él.