Karla y su difícil batalla contra Ternium y Siemens
Karla y su difícil batalla contra Ternium y Siemens
Por Redacción QP
La tarde del 13 de junio de 2017, Karla, ingeniera en automatización, quien laboraba en la empresa multinacional Ternium, caminaba por un área de la compañía que carecía de señalamientos y acordonamientos, pese a los riesgos que existían. Al resbalar con bolas de polvo de hierro esparcidas en el piso, sus pies fueron a dar a un cajón con montículos de polvo de hierro caliente, sufriendo quemaduras de tercer grado.
Ahí, la vida de la joven profesionista que estudió una especialización en Francia dio todo un giro. Justo cuando las lesiones martillaban su cuerpo, la empresa Siemens, para la cual trabajaba, misma que tiene alianza con Ternium, le quitó su seguro de gastos médicos, la despidió y dejó a la deriva, indefensa y con la incertidumbre de si algún día pudiera caminar nuevamente.
A raíz del accidente, ocurrido en la planta ubicada en el municipio de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), a través de la Dirección General de Inspección Federal del Trabajo, realizó en junio de aquel año una inspección extraordinaria en materia de seguridad e higiene en el centro de trabajo Ternium de México S.A. de C.V.
La dependencia federal concluyó que la empresa carecía de las medidas adecuadas para el desarrollo de las labores que realizaban Karla y sus compañeros de trabajo.
Pero pese a ello, tanto Ternium como Siemens, demandadas por la vía civil, han negado cualquier responsabilidad en el accidente que sufrió Karla.
La joven especializada en mecatrónica recuerda que el día del percance ella y un compañero de trabajo que fueron asignados a un proyecto denominado conector de polvos, cumplieron con el protocolo de seguridad personal, de vestimenta y calzado.
Sin embargo, recuerda que la empresa pasó por alto aspectos básicos de seguridad en la planta, incurriendo en negligencia, tanto por la falta de señalamientos y barandales para indicar que había bolas de polvo esparcidas de Hierro de Reducción Directa (HRD) así como material caliente en la zona, como lo establece la ley vigente mexicana para disminuir riesgos.
Y evoca el percance que la ha llevado a dos años de tratamientos médicos, afectaciones físicas, emocionales, gastos y a una batalla legal que parece interminable.
“La verdad es que sentí un dolor indescriptible y no supe como dejé mis cosas, lo único que sabía era que tenía que llegar a un lugar seguro, lo único que alcancé a ver es que se me estaba cayendo la piel de las piernas”.
Y aunque parezca irónico, la siderúrgica, apunta Karla, no tiene en su enfermería material para atender personas con quemaduras e incluso la clínica Nova, unidad de servicios médicos de Ternium, nada pudo hacer por ella porque no tenían área esterilizada, ni área de quemaduras”.
Entonces Karla fue llevada al Hospital San José, donde un día amaneció sin trabajo y sin seguro de gastos médicos, pues la empresa la despidió.
“Ellos (las empresas) respondieron con total falta de responsabilidad, total falta de empatía, total falta de cualquier sentido humano con uno de sus empleados, la verdad es que …imagínate que estuve casi un año sin poder moverme, la mitad del tiempo sin saber si me iba a mover”, comenta Karla al borde del llanto.
En aquel entonces, Karla se sintió impotente ante la indiferencia y falta de responsabilidad de la empresa para la que laboraba, por lo que recurrió a la instancia legal.
Pero la joven ingeniera aclara que ella no representa un caso aislado como víctima de un trato inhumano y malvado de parte de una compañía multinacional, pues recuerda el caso de 11 trabajadores que perecieron en una explosión en Ternium el 22 de julio de 2013.
“imagínate que la clínica Nova, que es la clínica de la siderúrgica, no tiene área especializada para quemados… murieron de la forma más cruel , terrible que le puede pasar a alguien; sus familiares no los volvieron a ver”.
El 7 de febrero de este año, Siemens, S.A. de C.V. respondió ante el Juzgado Octavo Civil en Monterrey en relación a la demanda promovida por Karla, que no incurrió en ninguna responsabilidad y aseguró que Ternium de México, S.A. de C.V. cuenta con todas las medidas adecuadas y exigidas en materia de Seguridad en el centro de trabajo.
Empero, Karla sigue adelante en su batalla, con la finalidad de que las empresas para las que laboraba se responsabilicen y reconozcan cada una de las deficiencias, negligencias y abusos en que incurrieron a raíz de su accidente.
Y aunque en un principio el caso se radicó en Monterrey, Nuevo León, donde ocurrieron los hechos, ahora éste ha pasado a la Ciudad de México, donde radica la afectada.
Con Información de NTX