Una multitud de mujeres vestidas de verde acompañó la presentación de una nueva propuesta para la legalización del aborto en Argentina, que decidirá si vuelve a debatir o no esa iniciativa en año electoral.

Quince parlamentarios presentaron el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que pide que la práctica sea incluida en el Plan Médico Obligatorio.

En 2018 la propuesta fue debatida en el Congreso, donde su aprobación fracasó por siete votos en el Senado de 72 escaños.

La campaña establece que toda mujer con capacidad de gestar tiene derecho a decidir voluntariamente y acceder a la interrupción de su embarazo hasta las 14 semanas, si el embarazo fue producto de una violación o si está en riesgo la vida o la salud integral de la mujer.

El proyecto fija un plazo máximo de cinco días desde su requerimiento para acceder a la realización de la práctica del aborto en los servicios del sistema de salud.

El nuevo proyecto incorpora que el sistema de salud debe garantizar la presencia de una persona intérprete de la lengua o idioma en la que se comunique la persona que requiere la práctica y, en caso de personas con discapacidad, se debe proporcionar en formatos y medios accesibles y adecuados a sus necesidades.

Establece que si la IVE “debe practicarse en una menor de 13 años se requerirá su consentimiento con la asistencia de, al menos, uno de sus progenitores o representante legal, según la ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes”.

Propone que se sustituya el artículo 86 del Código Penal y aclare que “no es delito el aborto realizado con consentimiento de la mujer o persona gestante hasta la semana 14, inclusive, del proceso gestacional”.

Fuera del plazo establecido en el párrafo anterior, el proyecto propone expresar que “no será punible el aborto practicado con el consentimiento de la mujer.