Al detectar que México pagaba hasta 20 veces más caros que otros países de Latinoamérica por tratamientos antirretrovirales, la Secretaria de Salud anunció que se hará un viraje para adquirir menos variedad de medicamentos, pero más eficaces que permitan una mayor adherencia y efectividad, particularmente en las personas que son resistentes a algunos tratamientos.

“Encontramos que a la hora de adquirir antivirales había desventajas para el interés público”

“Encontramos que a la hora de adquirir antivirales había desventajas para el interés público, se compraba a precios más caros y en la medida en que México compra antivirales a precios exorbitantes reduce su capacidad de satisfacer el derecho de protección a la salud”, enfatizó en conferencia de prensa, Hugo López Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

El funcionario explicó que para implementar este nuevo esquema se conformó un grupo de especialistas, quienes proporcionarán asesoría técnica a los médicos que prescriben estos fármacos, con el propósito de que las personas reciban los mejores tratamientos.

“Esta medida responde a la necesidad de garantizar una mejor calidad de vida a las personas con VIH, al proporcionar esquemas terapéuticos más efectivos y seguros, y a su vez, permite al gobierno de México adquirir fármacos a los mejores precios”, enfatizó.

“Esta medida responde a la necesidad de garantizar una mejor calidad de vida a las personas con VIH”

Gatell Ramírez resaltó que la Secretaría de Salud no ha dejado de surtir los antirretrovirales y en casos específicos, el medicamento se sustituyó por otro de igual o mayor barrera genética. “Aquí quiero reconocer al gobierno de la Ciudad de México, a través de la Clínica Condesa, por el apoyo con la dotación de antirretrovirales, que fueron distribuidos a las entidades donde se requería”, apuntó.

Juan Sierra, jefe del Departamento de Ciencias del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Dr. Salvador Zubirán, calculó que existen de 20 mil a 30 mil personas con VIHque tienen problemas de resistencia a algunos tipos de antirretrovirales.

“La principal amenaza a la población que recibe antirretrovirales no es la suspensión de los medicamentos, sino el cambio de un sistema de salud a otro, porque se compre la continuidad del tratamiento”, resaltó.