Policías federales, estatales y municipales buscan desesperadamente a los autores de la masacre del viernes en una fiesta de Minatitlán, Veracruz, que dejó como saldo 14 personas fallecidas —entre ellas un pequeño de un año— y tres heridos. La salud de estos últimos se reportó como estable.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal informó que esas fuerzas apoyan a las estatales con un “operativo de búsqueda y captura de los responsables” de la agresión en la palapa de la colonia Obrera.

La presencia de elementos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Policía Federal (PF) y Fiscalía General de la República (FGR), daban dimensión al despliegue en la región sur de Veracruz.

Y tienen prisa. El gobernador Cuitláhuac García empeñó su palabra. Advirtió que no habrá impunidad por la agresión. “Vamos a dar con los responsables y hacer prevalecer el Estado de Derecho, a pesar de la política de indolencia y brazos caídos de la Fiscalía General del Estado”.

Otro argumento que mete más presión al caso es la visita programada para mañana del Presidente Andrés Manuel López Obrador a esa Entidad.

García recibirá al Mandatario para tratar asuntos precisamente en materia de seguridad. El Ejecutivo estatal aseguró que las dependencias a su cargo, en coordinación con las federales, se mantendrán ocupadas hasta esclarecer lo ocurrido en Minatitlán.

Sobre las investigaciones, la Fiscalía informó que ha recabado 18 entrevistas a familiares y vecinos del lugar y se hicieron tres inspecciones oculares.

Intentaron proteger a su bebé; las balas no lo permitieron

En un clima de luto y temor, los primeros relatos de los sobrevivientes de la matanza en una fiesta en Minatitlán, que dejó 14 personas fallecidas, revelaron que los agresores amenazaron a todos los asistentes y comenzaron a dispararles. A las víctimas, quienes se habían tirado al piso y mantenían la vista abajo, las obligaron a mirar como remataban a sus conocidos.

Otros más vieron cómo los atacantes disparaban a quemarropa a los fallecidos, entre ellos al bebé de un año y a su madre y padre, quienes, en medio del ataque, trataron de proteger al menor sin éxito.

Era noche de fiesta, fin de semana y Viernes Santo. Al menos 30 personas, en su mayoría mujeres ataviadas con trajes típicos de Oaxaca, celebraban el cumpleaños 52 de una de sus amigas en la palapa “Los Potros”.

Alrededor de las nueve de esa noche, los delincuentes —dicen que entre tres y seis hombres— ingresaron de forma violenta al lugar para buscar a una persona transexualllamada el “Becky”, identificada como gerente de un antro llamado “La Esquina del Chacal”,en el municipio de Minatitlán.

En ese momento hicieron las detonaciones. Los agresores mataron a 13 en el lugar y dejaron lesionados a tres hombres y una mujer. Uno de los heridos falleció ayer en un hospital de la localidad, confirmó el secretario de Gobierno, Erik Cisneros.

La Fiscalía informó que ha recabado 18 entrevistas de familiares y vecinos de la palapa en la calle Leona Vicario.

En Minatitlán, donde se asienta la refinería Lázaro Cárdenas, una de las más importantes de Latinoamérica, hace años que los ciudadanos han salido a las calles a protestar por los asesinatos y secuestros de doctores, maestros, petroleros y empresarios.

En Veracruz, según áreas de inteligencia de la Marina y del Ejército, se disputan la plaza los cárteles de la droga Los Zetas, cártel Nueva Generación y El Golfo.

El alcalde de Minatitlán, Nicolás Reyes Álvarez, dijo que mañana, en el marco de la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador por Veracruz, pedirá que, de ser posible, el municipio sea blindado por las fuerzas federales de la Guardia Nacional.

Apuntan a lucha entre cárteles

Las primeras investigaciones del ataque ocurrido en Veracruz, que dejó 14 personas muertas, apuntan a posibles represalias entre grupos criminales.

Una de las líneas de investigación es una posible venganza contra el dueño de la palapa“Los Potros”, en Minatitlán, de acuerdo con distintos medios.

Las mujeres, hombres y niños agredidos en el lugar fueron un daño colateral por el posible pleito entre el cártel Nueva Generación y Los Zetas.

Indagatorias apuntan a que hace un par de días, Nueva Generación habría asesinado a un líder zeta. Aparentemente Los Zetas buscaban al dueño de la palapa “Los Potros”, identificado como Hebert Ricardo “N”, y quien estaría vínculado con el cártel Nueva Generación.