El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recibió tres estatuas del premio Jaguar Internacional de las Artes de la Fundación Isve Guerrero como reconocimiento a sus 80 años en la investigación, conservación, restauración y difusión del patrimonio cultural mexicano.

La premiación se llevó a cabo en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, donde además de las esculturas de bronce con figura de jaguar para el instituto, Isve Guerrero, presidenta del organismo, entregó 11 medallas a figuras destacadas y se nombró a tres embajadores de labores altruistas.

Las esculturas se dividieron en tres categorías,la primera “Trayectoria”, con la que se reconocieron los 80 años de trabajos realizados por la institución, la segunda “Preservación”, por la aportación de conocimientos que se lograron gracias a esa labor, y la tercera “Génesis”,reconoce el trabajo de artistas ancestros que representan el origen de las Bellas Artes en México.

Israel Guerrero, director general de la fundación, consideró un sueño que el INAH permita ser reconocido por ese organismo, pues “es inmenso lo que esa institución administra como las pirámides, el Templo Mayor, Tenochtitlán, así como múltiples hallazgos arqueológicos que custodian restauran y mantienen”.

También, asistió el historiador Salvador Rueda, director del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, quien hizo uso de la palabra para reconocer los 80 años de labores del INAH.

“Hace ocho décadas, el 31 de diciembre de 1938, el expresidente Lázaro Cárdenas informaba las prioridades para su gobierno y dejó en claro la idea de las instituciones para construir un Estado eficiente. Justo ahí surge la idea de crear el INAH y la formación de profesionales en la antropología” explicó.

El director también resaltó la labor de los trabajadores del instituto en todas la áreas y cedió la palabra a Roberto Greco, cineasta y embajador del proyecto JIA, quien aseguró que el premio se entrega sólo a personajes que destacan por sus méritos, trabajos y aportaciones a la cultura.

“El jaguar fue un símbolo de lo superior en Mesoamérica. Aquel animal viajaba de dia y de noche, fue considerado como un ser con un equilibrio entre la vida y la muerte, un ser que no muere, por eso era incluso venerado” detalló Greco.

El cineasta expuso que por ello el jaguar se convirtió en el símbolo perfecto para dar un reconocimiento a destacados personajes e instituciones que trabajan a favor de la humanidad y del país en particular.

La Fundación Isve Guerrero “Uniendo vidas con el arte y la paz” también dio  medallas con un jaguar grabado a 11 personas que por más de cinco décadas han dedicado sus vidas a importantes labores históricas.