En su informe, la Convención de la ONU resalta que los crímenes contra las mujeres en México son a menudo perpetrados por actores estatales y no estatales, incluidos los grupos del crimen organizado.

Por lo que llama al Estado mexicano a adoptar “medidas urgentes para prevenir las muertes violentas, los asesinatos y las desapariciones forzadas de mujeres”. Pide abordar “las causas fundamentales de esa violencia, incluida la violencia armada, la delincuencia organizada, el tráfico de drogas, los estereotipos discriminatorios, la pobreza y la marginación de la mujer”.

La CEDAW realiza las siguientes recomendaciones al Gobierno de México:

– Investigar, enjuiciar y castigar adecuadamente a los perpetradores de estos crímenes, incluidos los actores estatales y no estatales.
– Que asegure que el feminicidio esté tipificado como delito en todos los códigos penales estatales de conformidad con la Ley general sobre el acceso de las mujeres a una vida sin violencia (de 2016).
– Que uniforme los protocolos de investigación policial sobre el feminicidio en todo el Estado y garantice la aplicación efectiva de disposiciones penales sobre el feminicidio.
– Que simplifique y armonice los procedimientos a nivel estatal para activar la alerta Amber y el protocolo Alba, y acelere la búsqueda de mujeres y niñas desaparecidas.
– Adoptar políticas y protocolos específicos para mitigar el riesgo asociado con la desaparición de mujeres y niñas, el feminicidio y la trata de mujeres y niñas para la explotación sexual y el trabajo forzado.
– Garantizar que la Comisión de Atención a las Víctimas fortalezca su enfoque sensible al género.
– Evaluar el impacto del Mecanismo de Alerta de Género, asegurar su implementación y coordinación armonizada y extendida a nivel federal, estatal y municipal, y asegurar la participación de organizaciones no gubernamentales, expertos académicos, defensores de género y derechos humanos y mujeres víctimas de violencia.